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BIDEAN REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELO DE CADA DÍA LUNES, día 29 de Septiembre Santos Arcángeles MIGUEL, GABRIEL y RAFAEL EVANGELIO: Juan 1, 47-51

26ª Semana del Tiempo Ordinario
LUNES, día 29 de Septiembre
Santos Arcángeles MIGUEL, GABRIEL y RAFAEL

EVANGELIO: Juan 1, 47-51

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
- «Ahí tienes a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
- «¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
- «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
- «Rabí, tú eres Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
- «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
- «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre».


CLAVES para la LECTURA


- El evangelista Juan, el “discípulo amado”, ha transformado la escena de la vocación de los discípulos en un testimonio más de fe sobre Jesús. Andrés le ha confesado ya como Mesías. Felipe viene a decir lo mismo, aunque con distintas palabras: hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés, en la Ley, y también los profetas: Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Y en la reacción de Natanael se acumulan los títulos dados a Jesús: Rabino, Hijo de Dios, rey de Israel. Todos los títulos apuntados convienen adecuadamente a Jesús. El resto del evangelio se encargará de ponerlo de relieve. Pero, ¿es verosímil que en este momento del primer encuentro, los discípulos (los que van a serlo) hayan descubierto toda la realidad escondida en Jesús de Nazaret?

- Llama la atención la sorpresa de Natanael y su reacción ante la presentación que Felipe le ha hecho de Jesús. La sorpresa obedece a que, efectivamente, existía una creencia bastante generalizada de que el Mesías aparecería de incógnito. Pero ¿este incógnito podía llegar hasta el extremo de que el Mesías viniese de Nazaret? Era algo inadmisible. Nazaret, pueblo lejano y desconocido, sin mención alguna en el Antiguo Testamento, ¿podía ser el lugar de origen de Aquel en quien se cumpliesen las esperanzas de Israel? Increíble. Natanael no figura en las listas que en el Nuevo Testamento tenemos de los apóstoles. Tampoco en la narración de Juan se nos dice que lo fuese. Si el evangelista Juan ha conservado esta escena, se debe al valor de testimonio que posee. Hay más. Jesús dijo de él: «He aquí un verdadero israelita, en quien no hay dolo».

- La definición que hace Jesús de Natanael es utilizada por el evangelista para establecer una contraposición muy intencionada entre los «judíos», enemigos de Jesús, cerrados a la fe que él exigía en su persona, y el israelita fiel y sincero, sin prejuicios, que lo acepta sin reservas. Esta serie de testimonios sobre Jesús -que comienza con el Bautista y termina con Natanael- fue completada por el testimonio del propio Jesús, que dijo de sí mismo: «Veréis al Hijo del hombre». Jesús se presenta como el Hijo del hombre.


CLAVES para la VIDA

- Una vez más nos encontramos que el “discípulo amado” nos quiere llevar más allá. En este caso, la llamada a los primeros discípulos, se convierte en una confesión de fe en el Maestro y Señor Jesús. Y la figura misma de Bartolomé se vuelve paradigmática (modelo) para cuantos se acercan a Él, con un corazón noble y abierto. Es el mensaje. Y es que Jesús es ya para siempre el lugar de la presencia de Dios en medio de la historia y de los hombres: “Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre” (v. 51). En Jesús, Dios-Padre realiza en plenitud la obra de salvación que se había anunciado a través de la historia de la salvación.

- Acoger con corazón noble (como Natanael) la presencia salvadora de Dios en Jesús; aceptar que esa presencia es definitiva y portadora de plenitud para nosotros, es la propuesta que HOY se me vuelve a hacer. Esa presencia de Dios (en sus ángeles) siempre es positiva y creadora, de ayuda y protección, y es que el proyecto de Dios es de vida. ¡Disfruta de ello, hermano/a!

 
ORACIÓN PARA ESTE DÍA


“Señor Jesús, acepto el testimonio del “discípulo amado” acerca de ti, como presencia definitiva de Dios en medio de nosotros. Ayúdame a vivir en coherencia con esta fe y ofrecer a otros el testimonio que necesitan para que se encuentren contigo”.

BIDEAN REFLESIÓN SOBRE EL EVANGELIO DE CADA DÍA SÁBADO, día 27 de Septiembre EVANGELIO: Lucas 9, 43-45

25ª Semana del Tiempo Ordinario
SÁBADO, día 27 de Septiembre

EVANGELIO: Lucas 9, 43-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
- «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres».

Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

CLAVES para la LECTURA



- El segundo anuncio de la pasión viene detrás del relato de la curación del niño epiléptico (Lc 9, 37-42); así, estas palabras suenan -si ello es posible- todavía más duras, difíciles de aceptar por parte de los discípulos, porque contrastan con el estupor generalizado que suscitan las acciones milagrosas de Jesús. «Meteos bien esto en la cabeza» (v. 44): es preciso que los discípulos comprendan la identidad profunda de Jesús como Hijo del hombre, cuya misión se revelará precisamente a través del sufrimiento y del rechazo que le espera. Aquí se impone una aclaración exegética sobre el título de «Hijo del hombre». Éste parece tomado del libro de Daniel, y se trata de una figura misteriosa que recibe el poder de Dios y lo ejerce en favor del hombre, al contrario que las bestias, que ejercen un poder que se han arrogado por sí mismas y quieren hacer reinar un orden bestial, antihumano. «Hijo del hombre» es, por consiguiente, un título contrario al de «hijo de la bestia» y no al de «Hijo de Dios». Este último, en cambio, es el título pascual que expresa la relación de intimidad total entre el Padre y Jesús.

- La predicción de la pasión anuncia el «ser entregado en manos de los hombres», que, además de indicar el destino de Jesús, implica también una manifestación paradójica del rostro de Dios. Se trata del plan divino que se realiza en la «entrega» del Hijo. Dicho con otras palabras, Dios, en su voluntad inescrutable, deja a Jesús en manos de los impíos, pero esta dramática entrega se convertirá en fuente de salvación para la humanidad. Lucas señala, a continuación, que los discípulos no comprendían, porque la perspectiva de la pasión de Jesús choca de manera radical con la lógica mundana. Será preciso que la luz de la Pascua haga caer el velo de sus ojos (Lc 24, 16. 31). El miedo a preguntarle (v. 45) señala la permanencia de una cierta distancia como discípulos, la falta de una comunión plena con el Maestro. Éste sigue siendo fundamentalmente incomprendido por ellos.


CLAVES para la VIDA


- Seguimos en el “camino” de Jesús y volvemos a encontrarnos con algo que su grupo se resiste a asumir: aceptar la Pasión como el camino de Vida. Y es que el concepto de Mesías, su admiración por Jesús que obra gestos milagrosos que anuncian la presencia del Reino e, incluso, la profundidad de sus palabras, no encajan para nada con el anuncio de la cruz. Aceptar los planes de Dios nunca ha resultado ser algo sencillo. Y es que este Jesús servidor, que se ciñe la toalla y lava los pies de sus discípulos, el Jesús entregado a la muerte para dar vida a la humanidad, eso no resulta fácil de asumir, ni para su grupo (que ni siquiera se atreven a preguntarle), ni para sus seguidores, ya que esta perspectiva choca de manera radical con la lógica humana.

- Este Jesús, para ser su seguidor, me pide radicalidad; para ser colaborador suyo en la tarea de DAR VIDA al mundo, me exige tomar el mismo camino que él vivió, a través de la entrega y de la cruz. ¡Casi nada! Cuántas veces lo he escuchado y me ha entusiasmado al mismo tiempo, pero de qué manera me ha “echado para atrás”. ¿Cómo te encuentras, hermano/a, ante esta propuesta, de siempre y nueva, hoy y aquí?


ORACIÓN PARA ESTE DÍA


“Señor Jesús, me entusiasman tus palabras y tus propuestas; pero, al mismo tiempo, me asustan y me paralizan. Ayúdame a ACEPTARTE desde dentro y SEGUIRTE con todas las consecuencias”.

BIDEAN REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO DE CADA DÍA VIERNES, día 26 de Septiembre EVANGELIO: Lucas 9, 18-22

25ª Semana del Tiempo Ordinario
VIERNES, día 26 de Septiembre

EVANGELIO: Lucas 9, 18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
- «¿Quién dice la gente que soy yo?».
Ellos contestaron:
- «Unos que Juan el Bautista; otros que Elías; otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas».

Él les preguntó:
- «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Pedro tomó la palabra y dijo:
- «El Mesías de Dios».
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió:
- «El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

CLAVES para la LECTURA


- La confesión de Pedro, reconocimiento humano del mesiazgo de Jesús, corresponde perfectamente a la confesión de la filiación divina de Jesús por parte del Padre en el relato de la Transfiguración (Lc 9, 28-36). En este caso, Lucas omite toda indicación topográfica, mientras que, siguiendo la preocupación que le caracteriza, señala que Jesús se encontraba en un lugar apartado orando. El tercer evangelista conecta siempre los momentos importantes de la vida de Jesús con la oración, para animar también a su comunidad a permanecer en una constante actitud de oración. Por otra parte, hace comprender que los discípulos sólo pueden entrar en los misterios del Reino gracias a la intercesión orante de Jesús.

- La pregunta de Jesús a los discípulos quiere conducirles a una comprensión más plena de su identidad, más allá de las opiniones inadecuadas de la gente, referidas aquí únicamente para preparar el momento culminante de la respuesta de Pedro. Éste capta la verdadera identidad de Jesús y no le identifica ya con un profeta del pasado, sino que indica su novedad mesiánica de una manera decidida.

- Lucas, como los otros dos sinópticos, recuerda que Jesús impone silencio a los discípulos no, a buen seguro, para desmentir a Pedro, sino para disipar todo posible equívoco sobre la propia identidad mesiánica. Jesús, para evitar cualquier posible malentendido, precisa que el Cristo de Dios coincide con el Hijo del hombre, que debe ser rechazado, sufrir y morir (v. 22). La realeza de Dios, que el Mesías deberá realizar en la tierra, es una realeza que pasa por la experiencia de la pasión y de la muerte. Nótese que el «es necesario que...» (Lc 13, 33; 17, 25; 24, 46) indica que el plan de Dios, revelado a Israel en las Escrituras, prevé también el rechazo de Cristo por parte de los hombres.


CLAVES para la VIDA


- Está claro que no es suficiente la simple actitud de curiosidad ante la persona de Jesús (caso de Herodes), sino que es necesario penetrar en el misterio de su persona y de su mensaje novedoso. Éste es el cuadro del relato de hoy. Que por cierto, es en un contexto bien concreto: “estaba Jesús orando a solas...” (v. 18); también Jesús busca los caminos de Dios, tanto en la soledad y oración, como en lo que van experimentando sus amigos y discípulos.

- Y el misterio de la persona de Jesús supone e implica rechazo y entrega hasta el final, hasta alcanzar la plenitud de la vida (= la resurrección). Y es que Él es el “Ungido (= el Mesías) de Dios”; esto es, sobre quien Dios ha enviado su Espíritu, ungiéndole con su fuerza, para que lleve a cabo una MISIÓN tan específica y vital. Esto confiesan las palabras de Pedro, si bien acaso sin ser muy conciente de lo que suponen.

- La pregunta no es superflua, hoy, para mí y para nosotros: “¿Quién es Jesús para nosotros?”. Muy posiblemente lo “sabemos”, pero necesitamos refrescar con frecuencia esa convicción: es el Mesías, el que salva, pero entregándose hasta el final. Ésta es la dificultad del seguimiento de Jesús. Hermana, hermano... ¿quién es Jesús para ti, en esta etapa concreta de tu vida, en la que estás viviendo? ¡No le tengas miedo a la pregunta…!


ORACIÓN PARA ESTE DÍA


“Señor Jesús, necesito CONOCERTE cada día un poco más a fondo; no quiero quedar en la superficie. Concédeme valor para CAMINAR contigo y ser así plenamente tu discípulo”.

BIDEAN REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO DE CADA DÍA JUEVES, día 25 de Septiembre EVANGELIO: Lucas 9, 7-9

25ª Semana del Tiempo Ordinario
JUEVES, día 25 de Septiembre

EVANGELIO: Lucas 9, 7-9

En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros que había aparecido Elías; y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Herodes se decía:
- «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?».
Y tenía ganas de verlo.


CLAVES para la LECTURA


- Jesús, al constituir el grupo de los Doce y enviarles en misión, muestra su voluntad de reunir al pueblo de Israel para el tiempo de la salvación (9, lss). ¿Cómo reacciona ante este hecho el mundo del poder? Lucas nos refiere la perplejidad de Herodes Antipas, que no consigue situar al Nazareno en ninguno de sus esquemas. Frente al torbellino de opiniones que circulan sobre Jesús, Herodes no sabe qué pensar de él. El evangelista se hace eco de que la gente capta algo de la grandeza de Jesús, puesto que lo compara con un profeta, con Elías e incluso con Juan redivivo, pero, a pesar de todo, es incapaz de captar la novedad presente en Jesús.


- «Y tenía ganas de verlo» (v. 9): querer enterarse personalmente de quién era realmente Jesús sería una cosa positiva si ese deseo estuviera movido por intenciones serias, como ocurrirá con Zaqueo (Lc 19, 3). Sin embargo, no es éste el caso de Herodes. El hecho de que se confiese cínicamente a sí mismo, sin remordimientos, que hizo decapitar al Bautista y de haber hecho callar de este modo una voz que le era hostil, muestra que la suya es sólo una curiosidad superficial y veleidosa. Todo esto quedará claro en el relato de la pasión (Lc 23, 8-10). Herodes, pues, representa al hombre curioso que no quiere convertirse en discípulo de Jesús, pero al que le gustaría ver fenómenos religiosos extraordinarios, incluso algún signo obrado por Jesús.


CLAVES para la VIDA


- Está claro que la persona de Jesús crea reacciones diversas y de índole bien diferente. Mientras que la gente sencilla descubre en él una presencia profética (con todo lo que ello supone); otros más bien se dejan llevar por la simple curiosidad, pero sin pasar de ahí. Es el típico caso de Herodes, más dado a fenómenos extraordinarios que a la acogida abierta de la novedad de Jesús.

- Y es que convertirse en “discípulo de Jesús” es mucho más que una curiosidad, más o menos superficial (actitud de Herodes); es mucho más que conseguir un autógrafo, o buscar lo maravilloso y milagrero. Sólo desde una actitud de fe y sencillez de corazón se logra entender, poco a poco, su identidad como enviado de Dios y su misión salvadora. Sólo desde aquí es posible “hacerse discípulo suyo”. Es la propuesta de este texto evangélico. Y yo… ¿ayudo a otros a enterarse de toda la riqueza de Jesús? ¿Soy cauce real para que quienes “deseen ver a Jesús” se puedan encontrar con Él y su verdad? Porque ésta es mi misión de creyente y seguidor de Jesús: ser CAUCE para que otros se encuentren con Él, superando la fase de la curiosidad o el “milagrito salvador”.


ORACIÓN PARA ESTE DÍA


“Señor Jesús, necesito superar la mera curiosidad respecto de ti y de tu Buena Nueva. Lo quiero, Señor. Ayúdame a dar el paso de forma efectiva y real”.

BIDEAN REFLESIÓN SOBRE EL EVANGELIO DE CADA DÍA MIÉRCOLES, día 24 de Septiembre EVANGELIO: Lucas 9, 1-6

25ª Semana del Tiempo Ordinario
MIÉRCOLES, día 24 de Septiembre

EVANGELIO: Lucas 9, 1-6

En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:
- «No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa».

Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

CLAVES para la LECTURA



- La misión de los Doce hunde sus raíces en el proyecto de Jesús de reunir al pueblo de Israel en torno al anuncio de la salvación; por eso implica también, en la tarea de mensajeros del Reino, a los Doce (más adelante también a los setenta y dos discípulos: Lc 10, lss), enviándoles por toda Galilea. El discurso de Jesús a sus enviados se refiere, más que a los contenidos de su predicación, a las indicaciones sobre el estilo que deberá tener el apóstol: desde el equipaje que debe llevar al comportamiento que tiene que seguir en el lugar en donde le den hospedaje. De ahí que Lucas presenta la misión de los Doce como la prolongación del mismo ministerio de Jesús. Así, los «convoca»como ya había hecho cuando les llamó en el monte para constituir el grupo de los Doce (6, 12ss). Su tarea, para la que están autorizados y habilitados por el poder y por la autoridad que les confiere Jesús, consistirá en liberar a las personas de las fuerzas que intentan mantenerlas esclavas (enfermedades y demonios) y en anunciarles la proximidad del Reino de Dios.

- Jesús imparte instrucciones concretas a los enviados. Estas instrucciones insisten en la necesidad de adaptarse a las situaciones e imponen pobreza de medios, para que éstos no se vuelvan más importantes que el fin y para que los apóstoles puedan proceder de manera veloz y ligera sirviendo al proyecto del que los ha enviado: «No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto» (v. 3). Más aún, precisamente a través de la pobreza de medios experimentarán los Doce la asistencia divina, mostrarán su disponibilidad generosa y la voluntad de confiarse únicamente a la defensa que les asegura la fuerza de la Palabraanunciada. «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de aquel lugar» (v. 4). La palabra de la predicación suscita, en quien la acoge, disponibilidad y apertura y crea un clima de auténtica fraternidad que el enviado será el primero en gozar.


CLAVES para la VIDA

- Jesús había elegido a los Doce para compartir la vida y la misión con Él. Ahora les envía con poder y autoridad sobre los espíritus del mal y así proclamen la Buena Nueva del Reino. De ahí que deben ir dotados de un estilo propio: esa “pobreza evangélica” (como se le ha llamado) es el signo y el talante que debe prevalecer en esa acción evangelizadora. Además, aceptando que pueden ser rechazados por quienes se cierran a la alegre noticia.

- El grupo COMPARTE la misma Misión de Jesús: curar a los enfermos y poseídos por el mal, e iluminar con su palabra a sus oyentes. Y para realizar con LIBERTAD esta misión, son enviados “ligeros de equipaje”. Ya que así podrán experimentar la asistencia divina y el gozo de ser acogidos por quienes se abren a la Buena Nueva. ¡Muy sugerente página evangélica, y un mensaje lleno de fuerza y de actualidad! También hoy, soy convocado para asumir la Misión de Jesús, su tarea: anunciar y liberar. Y todo ello sin demasiadas trabas ni estorbos. ¡Cuántos interrogantes me plantea este relato! Y tú, hermano/a, ¿vas “ligero de equipaje” o muy cargado/a...?


ORACIÓN PARA ESTE DÍA


“Señor Jesús, GRACIAS por invitarme a compartir tu MISIÓN. Pero tú sabes de mi fragilidad y de mis limitaciones. Haz que me abra, sin condiciones, a tu propuesta”.