BIDEAN REFLESIÓN SOBRE EL EVANGELIO DE CADA DÍA SÁBADO, día 27 de Septiembre EVANGELIO: Lucas 9, 43-45

25ª Semana del Tiempo Ordinario
SÁBADO, día 27 de Septiembre

EVANGELIO: Lucas 9, 43-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
- «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres».

Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

CLAVES para la LECTURA



- El segundo anuncio de la pasión viene detrás del relato de la curación del niño epiléptico (Lc 9, 37-42); así, estas palabras suenan -si ello es posible- todavía más duras, difíciles de aceptar por parte de los discípulos, porque contrastan con el estupor generalizado que suscitan las acciones milagrosas de Jesús. «Meteos bien esto en la cabeza» (v. 44): es preciso que los discípulos comprendan la identidad profunda de Jesús como Hijo del hombre, cuya misión se revelará precisamente a través del sufrimiento y del rechazo que le espera. Aquí se impone una aclaración exegética sobre el título de «Hijo del hombre». Éste parece tomado del libro de Daniel, y se trata de una figura misteriosa que recibe el poder de Dios y lo ejerce en favor del hombre, al contrario que las bestias, que ejercen un poder que se han arrogado por sí mismas y quieren hacer reinar un orden bestial, antihumano. «Hijo del hombre» es, por consiguiente, un título contrario al de «hijo de la bestia» y no al de «Hijo de Dios». Este último, en cambio, es el título pascual que expresa la relación de intimidad total entre el Padre y Jesús.

- La predicción de la pasión anuncia el «ser entregado en manos de los hombres», que, además de indicar el destino de Jesús, implica también una manifestación paradójica del rostro de Dios. Se trata del plan divino que se realiza en la «entrega» del Hijo. Dicho con otras palabras, Dios, en su voluntad inescrutable, deja a Jesús en manos de los impíos, pero esta dramática entrega se convertirá en fuente de salvación para la humanidad. Lucas señala, a continuación, que los discípulos no comprendían, porque la perspectiva de la pasión de Jesús choca de manera radical con la lógica mundana. Será preciso que la luz de la Pascua haga caer el velo de sus ojos (Lc 24, 16. 31). El miedo a preguntarle (v. 45) señala la permanencia de una cierta distancia como discípulos, la falta de una comunión plena con el Maestro. Éste sigue siendo fundamentalmente incomprendido por ellos.


CLAVES para la VIDA


- Seguimos en el “camino” de Jesús y volvemos a encontrarnos con algo que su grupo se resiste a asumir: aceptar la Pasión como el camino de Vida. Y es que el concepto de Mesías, su admiración por Jesús que obra gestos milagrosos que anuncian la presencia del Reino e, incluso, la profundidad de sus palabras, no encajan para nada con el anuncio de la cruz. Aceptar los planes de Dios nunca ha resultado ser algo sencillo. Y es que este Jesús servidor, que se ciñe la toalla y lava los pies de sus discípulos, el Jesús entregado a la muerte para dar vida a la humanidad, eso no resulta fácil de asumir, ni para su grupo (que ni siquiera se atreven a preguntarle), ni para sus seguidores, ya que esta perspectiva choca de manera radical con la lógica humana.

- Este Jesús, para ser su seguidor, me pide radicalidad; para ser colaborador suyo en la tarea de DAR VIDA al mundo, me exige tomar el mismo camino que él vivió, a través de la entrega y de la cruz. ¡Casi nada! Cuántas veces lo he escuchado y me ha entusiasmado al mismo tiempo, pero de qué manera me ha “echado para atrás”. ¿Cómo te encuentras, hermano/a, ante esta propuesta, de siempre y nueva, hoy y aquí?


ORACIÓN PARA ESTE DÍA


“Señor Jesús, me entusiasman tus palabras y tus propuestas; pero, al mismo tiempo, me asustan y me paralizan. Ayúdame a ACEPTARTE desde dentro y SEGUIRTE con todas las consecuencias”.