Rumbo 21 reclama que Ferrol-Fene se separe del resto del grupo Navantia

| Actualizado 19 Abril 2013 - 02:30 h.
manuel amorín, guillermo solloso, ramón yáñez y jesús varela, ayer en sargadelos jorge meis
manuel amorín, guillermo solloso, ramón yáñez y jesús varela, ayer en sargadelos jorge meis 
 
La plataforma ciudadana Rumbo 21, que en 2009 promovió la iniciativa legislativa popular que dio lugar a la Lei 4/2010 do Sector Naval, salió ayer de nuevo a la palestra con la intención de proponer un debate sobre la situación de los astilleros públicos de la ría y concitar un amplio consenso en la búsqueda de soluciones. La entidad presentó un documento en el que expone su análisis y plantea cuatro demandas fundamentales para el sector: la construcción del dique flotante, el levantamiento del veto, la separación de Ferrol-Fene del resto del grupo Navantia y el cumplimiento, por parte de la Xunta, del texto legislativo que aprobó en 2010 sobre el naval. 

El documento fue presentado por la mañana a los medios de comunicación por Ramón Yáñez, Jesús Varela, Manuel Amorín y Guillermo Solloso, y por la tarde se convocó una reunión en el Ateneo para exponerlo a sindicatos, partidos políticos y diversos colectivos de la comarca. En el mismo Rumbo 21 ofrece datos de población y empleo que muestran con crudeza la situación económica de la comarca ferrolana y el impacto de la crisis del naval. Así, en Ferrol hay 40 parados por cada cien trabajadores en activo. El segundo peor dato, en este ranking, es el de Vigo, con 28, otra ciudad muy dependiente de los astilleros. “Isto pon de relieve que Ferrol está condeada a perder poboación se non se impulsan os estaleiros”, explicó Ramón Yáñez.
A continuación Rumbo 21 expuso las cifras de resultados del grupo Navantia y de sus diferentes centros de producción. Así, la compañía acumuló pérdidas por valor de 322 millones de euros entre 2008 y 2011, si bien no son imputables a la ría de Ferrol, donde en dicho período se registraron unas ganancias de 67 millones de euros. Frente a estas cifras, Cádiz perdió 311 millones y Cartagena, 12. Estos datos están detrás de una de las demandas de Rumbo 21, la de separar los astilleros de Ferrol y Fene del resto del grupo, “aínda sen deixar de ser empresa pública –señala el documento– ou alomenos unha reestruturación organizativa da compañía que dote ao centro da ría de Ferrol dunha dirección operativa con capacidade plena, que permita identificar novas oportunidades de negocio e coñecer custos e resultados das distintas áreas e centros, co obxectivo de optimizar a política de investimentos, analizar as desviacións de resultados e custos e proceder, nos prazos máis curtos de tempo, á súa corrección”.

Yáñez puntualizó que Rumbo 21 no reclama el cierre de ningún centro, pero incidió en que, además de contratar, la compañía tiene que gestionar y adoptar medidas correctoras allí donde hay malos resultados. “Se Navantia fora só Ferrol-Fene podería facer o dique porque tería recursos propios”, señaló, para observar a continuación que el problema para acometer dicha infraestructura es que Navantia ha de acudir al mercado a buscar recursos. “E a financiación para as empresas españolas é dun 12%, cando a rendibilidade do sector naval non se sitúa máis alá dun 4 ou un 5%”, explicó el profesor de Economía de la Empresa en la Politécnica Superior.

Yáñez defendió que, para competir en condiciones de igualdad con otros astilleros europeos, los españoles han de poder acceder a créditos con intereses similares y contar, también, con un tax lease equivalente. El coste, para la industria nacional, es un 10% por encima del de sus competidores holandeses, por ejemplo. “Estamos fóra do mercado”, concluyó Yáñez.
Rumbo 21 considera que el Gobierno español ha de negociar en Bruselas la posibilidad de cubrir el diferencial que lastra a su sector naval sin que ello sea considerado una ayuda ilegal y expone en su documento para el debate diferentes artículos de los tratados de la Unión Europea que, según subrayó Jesús Varela, apoyan la viabilidad de esta iniciativa.

El levantamiento del veto vuelve a ser uno de los argumentos centrales de Rumbo 21, que también defiende la participación de la iniciativa privada en la gestión del astillero de Fene –un punto que separa a esta plataforma del planteamiento de la mayoría sindical–. Guillermo Solloso la calificó en el acto de ayer como “indispensable” para recuperar la actividad en la antigua Astano, aunque puntualizó que ello no excluye la presencia de accionariado público.

Cuatro parados por cad diez trabajadores por la crisis naval

Rumbo21 pide el fin del veto, el dique y apoyo del sector privado a Fene

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En Ferrol, por cada diez personas que trabajan hay cuatro que quisieran hacerlo y no pueden. La media de las siete grandes ciudades gallegas se sitúa en torno al 25%. La elevada tasa de desempleo que padece la ciudad está estrechamente ligada a la crisis del sector naval, según un estudio realizado por la plataforma ciudadana Rumbo21, entre cuyos impulsores se encuentran ingenieros y profesionales que pertenecieron a las antiguas Astano y Bazán. Ferrol es además la ciudad de las más grandes de Galicia con una menor tasa de actividad, con un 52,53% «por mor da incidencia social dos pasados procesos de prexubilacións» y evidencia una «situación industrial en ruína absoluta» y una «gravísima depresión social».

Por ello, los miembros del colectivo proponen una serie de medidas, que en la tarde de ayer presentaron en un acto público en el Ateneo, para reactivar el sector naval, sin el que, según reseñó el profesor e ingeniero Ramón Yáñez, la comarca no tiene futuro. La construcción del dique flotante que se demanda para las factorías de la ría es una de esas apuestas, aunque Yáñez subrayó que el principal problema para ejecutar esa iniciativa es financiero. Explicó que el coste de financiación de la infraestructura es del 12%, mientras que los niveles de rentabilidad previstos son del 4%.
Sin embargo, el colectivo entiende que la Navantia hubiera podido ejecutar por sí misma este proyecto si funcionase de forma independiente del resto de los astilleros del grupo, aún sin dejar de ser público, ya que en los últimos años registró beneficios frente a las pérdidas de los centros de las otras zonas geográficas. Por ello, reclama la separación de la factoría ferrolana o al menos una dirección independiente. También incide en la importancia del levantamiento del veto que pesa sobre Navantia Fene en materia de construcción civil y también que la Xunta «dea pasos ao fronte poñendo en valor a lei de defensa do sector naval de Galicia aprobada por unanimidade no noso Parlamento».
Antigua Astano
Rumbo21 defiende la revitalización de la antigua Astano aunque considera que no se podrá llevar a cabo sin «unha alternativa empresarial na que a iniciativa privada desempeñe un papel fundamental, sen que iso signifique que teña que deixar de ser un complexo industrial con participación de capital público».
Jesús Varela, otro de los miembros de la plataforma, afirmó que la normativa comunitaria contempla supuestos para basar el fin del veto

Navantia Fene se quedará parado por completo en un mes y medio


Los trabajadores denuncian el «desmantelamiento» del astillero

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El astillero de Fene solo está fabricando en estos momentos un bloque para los destructores australianos. josé pardo
De la infrautilización a la parálisis. En un mes y medio, uno de los dos gigantes navales de la ría, la antigua Astano se quedará sin faena, abocada a tener sus instalaciones que ocupan unos 800.000 metros cuadrados de superficie sin ninguna ocupación. Los trabajadores se han cansado en los dos últimos años de predicar en el desierto y la paralización ya es inevitable. En junio tendrá que estar listo la única e irisorria obra -la construcción de un bloque para los destructores australianos- que se lleva a cabo en el que fuera uno de los astilleros de referencia a nivel internacional, en el sector de los superpetroleros primero y en las plataformas marinas después.

El presidente del comité de empresa de Navantia Fene, Jorge Prieto, aseguró que esta misma semana espera tener una reunión con la dirección de la compañía en la ría para que explique las previsiones que maneja para la factoría. «Esto es el desmantelamiento del centro sin explicación ninguna», denuncia.

Con una presencia prácticamente testimonial de la industria auxiliar -en el fabricación del bloque para el destructor australiano solo están destinados una treintena de trabajadores de Nervión- las perspectivas para la plantilla directa, que en el astillero ronda las 200 personas, no son mejores. 

La mitad de este personal se encuentra ya en subactividad mientras que la otra mitad ejecuta tareas de oficina para la planta ferrolana, están en Reparaciones o en la división de la eólica marina.

«Observamos que no se está haciendo un mantenimiento programado de las instalaciones con la intención de trabajar», criticó Prieto, quien insistió en que «o aparece trabajo con urgencia o nos dirán que hacemos». El portavoz de los trabajadores aseguró que, frente al incumplimiento de todos los compromisos para dotar de trabajo al centro, «solo nos queda seguir manteniendo la presión».
Prieto subrayó la gravedad de la situación. «Después de treinta y tantos años de movilizaciones nos encontramos con que no hay un momento igual a este. Entre otras cosas porque la gente que sale del naval no tiene alternativas», afirmó. Por ello, insistió en la necesidad de que se dote con urgencia al centro, al igual que a la planta ferrolana, de carga de trabajo.

Almunia reabre un conflicto cerrado por la anterior comisaria

El vicepresidente de Competencia de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, decidió en 2011 abrir un expediente por ayudas de Estado en contra del sector naval español a pesar de que su predecesora, la holandesa Neelie Kroes, en 2009 (ver el documento) ya manifestó por escrito a la Ministra de Industria de Noruega, Sylvia Brustad, que el sistema español de tax lease "no era discriminatorio" y que la Comisión no tenía intención de tomar medidas.
Carta de la comisaria Kroes
Carta de la comisaria Kroes

El Comisario español fue vulnerable a la presión fundamentalmente del lobby naval holandés que había visto en los últimos años como sus empresas perdían mercado frente a las españolas. La decisión de Almunia supuso la posterior declaración del sistema de financiación naval como ayuda de Estado, lo que ha llevado a que los astilleros españoles privados y su industria auxiliar se encuentren ahora en riesgo de desaparición si decide que hay que devolver la ayudas.

La decisión depende única y exclusivamente de Almunia que cuenta con suficientes argumentos y seguridad jurídica, además de confianza legítima, como para no exigir la devolución. La propia carta de Kroes es un documento de confianza legítima y no es el primero aunque sí el más contundente.

¿ ERROR O ESTRATEGIA ?



             Recientemente vino publicado en un medio de comunicación que la Unión Europea había dicho que no por dos veces – en los años 2003 y 2008 – al fin del veto que pesa sobre el sector naval español. Y claro, a partir de ahí, las preguntas que muchos de los ciudadanos de Ferrolterra se hacen son ¿Es eso cierto? ¿De verdad ignoró Bruselas alguna petición de algún gobierno español? ¿Hubo realmente consultas formales con la UE?

El PP y el PSOE fueron acusados durante mucho tiempo y en ocasiones, muy duramente, de no hacer nada ante la UE para mejorar las limitaciones impuestas al sector. Y lo fueron, tanto por otras formaciones políticas como por personas a título individual, entre las que yo también me encuentro, y claro, si eso no fuese así, debería de demostrarse para poder resarcir a los dos partidos de toda cuanta critica injusta, en ese caso, se hubiese podido verter sobre ellos. Por tanto, si efectivamente esas consultas existieron y se dieron en el marco de la oficialidad a nivel de gobierno de Estado, lo que ahora toca es mostrar algún documento que así lo acredite.

            Con respecto al PP, lo que si está acreditado es que en el año 1997 ( al poco tiempo de llegar al poder después de ganar las elecciones de 1996 ) firmó una prórroga – por 10 años más – de los acuerdos que obligaban a la antigua Astano a dedicarse en exclusividad al mercado Off – Shore y que previamente, habían sido firmados por el PSOE. Por tanto, lo que se puede afirmar es que el PP lo que hizo en el 1997 fue perjudicar, más todavía de lo que ya estaba, al sector naval de nuestra Ría. De igual forma que se puede afirmar también, que ninguno de los gobiernos del Sr. Rodríguez Zapatero hizo ningún tipo de consulta formal ante la comisaria Neelie Kroes para tratar de desatascar la situación del astillero de Fene. Y esto, lo afirmo yo en base a mi propia experiencia en el asunto.

Una vivencia que nace el día 2 de Diciembre del año 2008 cuando, formando parte de una delegación gallega, me trasladé a Bruselas para participar en una reunión con el, en aquel entonces, Director Adjunto de Reindustrialización de la Comisión de Competencia, MEDHI HOCINE, y conocer así, de primera mano, la situación del astillero de Fene. Y en esa reunión, en la que también se encontraban dos funcionarias de Competencia, una de ellas de ascendencia española, el Sr. HOCINE nos trasladó que la Comisión siempre estuvo dispuesta a sentarse, reabrir el dossier, y si fuese el caso, renegociar la situación de la antigua Astano, aunque claro, para que eso sucediese, España, (no Navantia, no la Sepi, no la Xunta, España) ÚNICO INTERLOCUTOR VÁLIDO ante la Unión, tendría que pedirlo oficialmente, es decir, tendría que solicitarlo de la manera que generalmente se denomina como petición formal. Y esa situación, hasta aquel entonces, todavía no se había dado.

 Por lo tanto, yo aseguro que desde la firma de los acuerdos del 2004 y hasta el día 3 de Diciembre del año 2008 – que fue cuando se celebró esta reunión – ningún gobierno de España llevó oficialmente a cabo ningún tipo de consulta ante la Unión Europea para alterar dichos acuerdos y con ellos, mejorar la situación de nuestro sector naval.

Pero es que incluso y ya más allá de esa fecha de la que yo puedo y doy fe, el 8 de Abril del año 2010, la agencia Europa Press se hizo eco de una noticia, fechada en Bruselas, en la que da a conocer una respuesta del comisario, Joaquín Almunia, a una pregunta del eurodiputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Oriol Junqueras sobre las restricciones de Navantia en el campo del naval civil, y la respuesta del Comisario fue: “ La Comisión hasta ahora no ha recibido ninguna petición de España de levantar el veto a la construcción civil naval de Navantia”. Insisto, 8 de Abril del año 2010. Por tanto, la lectura que yo particularmente hago sobre lo publicado al respecto últimamente, es de que se trata de un lamentable error o de una estrategia finamente tejida y calculada que comienza a dar sus pasos para intentar frenar la movilización ciudadana.

 

 

 
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Eso, eso.

Recién aprendí a andar, no me pidas que vuele,
mis tobillos aún son débiles, y mis pasos confusos,
camino, no se si por inercia o por costumbre,
pero aprendo a cada paso,
a cada trazo, 
me retraso, es cierto, 
pero es por mi facilidad para escabullirme, 
me sorprendo de todo, 
cómo un recién nacido, 
expectante espero las bandadas de palomas,
para ver si hay alguna completamente negra,
o alguna sin la cola.
¿Entiendes lo que digo?
Me distraigo fácilmente,
y se me van los temas, 
los días y las horas, 
se me pierden los sueños, 
y los fuegos, 
sobre todo los fuegos.
Al intentar encender el cigarrillo,
no tengo fuego, 
al intentar encender el cigarrillo,
solo tengo el fuego.

Recién aprendí a hablar, no me pidas que grite,
mi garganta no soportaría el esfuerzo,
ni mis oídos el aullido.
Esbozo palabras con claras intenciones dobles,
solo eso se hacer,
es lo que mi humor tercer-mundista me permite,
un machista 
sexual
e insensible humor banal.
Pero juro volver a la pomposidad hispana,
dejar de lado la neovulgaridad chilensis,
retomar las viejas escuelas
y mesclarlas quizas con algún anglicismo.

Oh! benditas sean tus piernas amada mia,
benditos sean tus senos,
bendita tu boca
y la Coca-Cola.