La Hermandad de la Resurrección se vio obligada este sábado a celebrar su vía crucis cuaresmal en el interior de la Iglesia de Santa Marina debido a la lluvia, que impidió la salida de María Santísima del Amor.
La dolorosa, titular de la hermandad, estaba sobre sus andas en el presbiterio del templo, preparada para recorrer las calles cercanas a Santa Marina durante el llamado Vía Crucis de la Misión, que la cofradía viene celebrando desde el año 2012, y que es el que creó el Papa Juan Pablo II con quince estaciones, en lugar de las habituales catorce. La última, obviamente, es la Resurrección del Señor.
Las andas, que cuenta con los antiguos candelabros de los costeros y las antiguas esquinas del paso del Resucitado, además del llamador del paso de palio de la Virgen de la Aurora, estaban adornadas con una variedad floral de tonos blancos, y sobre ellas veíamos a la Virgen del Amor vestida con manto burdeos liso, saya verde con bordados en oro, corona de plata, un rosario en la mano izquierda y la corona de espinas entre ambas.
La salida del vía crucis estaba prevista para las siete menos diez de la tarde, aunque en ese momento llovía, lo que llevó a la junta de gobierno a reunirse para tomar una decisión. Ésta se conoció pronto, ya que el hermano mayor, Miguel Ángel Pérez, anunció que, además de la lluvia que caía en esos momentos, se esperaba que continuara al menos durante la siguiente hora. Por ello, se optó por rezar el vía crucis en el interior del templo.
Con los bancos de la iglesia llenos de hermanos, se fueron leyendo las distintas estaciones desde el presbiterio, mientras que un trío de música de capilla de la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, interpretaba diferentes composiciones entre ellas.
