Nuestro Padre Jesús en Su Soberano Poder recorrió anoche las calles del Barrio León en un vía crucis extraordinario con motivo del LXXV aniversario de la Hermandad de San Gonzalo; un vía crucis que fue en todo momento acompañado por un grandísima cantidad de gente que en algunos momentos dificultó el andar del Señor, aunque para evitarlo contó la cofradía con la participación de varios empleados de seguridad privada que, sobre todo uno de ellos, realizaron su labor quizá con excesivo celo.
A las nueve de la noche se abrían las puertas de la parroquia y la cruz de guía dio inicio al cortejo, formado por diversas parejas de hermanos con cirios rojos. Posteriormente, iban los estandartes corporativos del Rosario del Barrio León, la Estrella y San Gonzalo, los hermanos mayores de las tres, la Escolanía Nuestro Padre Jesús de las Penas, de la Hermandad de la Estrella, el grupo de música de capilla Calvarium y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
Pronto salió a la plaza el Soberano Poder, vestido con una túnica de terciopelo burdeos lisa. Lucía además las potencias de salida. Iba llevado en andas por hermanos de la corporación del Lunes Santo entre grandes faroles plateados de la Hermandad del Gran Poder de Camas, y sobre un pequeño monte de flores silvestres.
Nada más salir, el Señor se paró ante la puerta del templo y tuvo lugar el rezo de la primera de las estaciones desde detrás de las andas, donde había varios acólitos portando cirios. Posteriormente, comenzó el recorrido previsto por la calle Nuestra Señora de la Salud, donde la iluminación de las farolas era eclipsada por los frondosos naranjos del barrio. Después giró hacia la calle Giralda, donde se rezó la segunda estación junto al mercado, y desde la que el Señor del Soberano Poder salió a la Plaza de San Martín de Porres.
Desde San Martín de Porres, el Señor de San Gonzalo tomó la calle López de Gomara, en la que las andas se detuvieron en varias ocasiones, pasando después a Lucas Cortés, Caballero de Illescas y Plaza Cerámicas Mensaque, donde se leyó la tercera de las estaciones del vía crucis.
Había pasado algo más de una hora desde el inicio del vía crucis y no se habían rezado más que tres estaciones. Quedaban aún once por delante y un buen número de calles del Barrio León por recorrer. Los vecinos, los cofrades, los que vieron nacer a la hermandad al mismo tiempo que la propia parroquia tenían aún aproximadamente un par de horas para disfrutar con el Señor del Soberano Poder pasando por sus casas.
Es el regalo que la hermandad, con el correspondiente permiso del Arzobispado, ha querido brindar en esta Cuaresma a sus vecinos por estos tres cuartos de siglo de historia. El broche de oro será el de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Salud el próximo 14 de octubre.