EL SEÑOR RESUCITADO, EN BESAPIÉ ANTE LA IMAGEN DE SAN JUAN EVANGELISTA
La Iglesia de Santa Marina acogió este domingo el besapié al Señor de la Sagrada Resurrección, que fue situado para ello en el presbiterio alto del templo, sobre la peana de madera tallada y dorada que se utiliza habitualmente para este culto.
El Señor llevaba potencias de plata y no tenía a su alrededor ningún elemento, como jarras o candeleros. Todos los enseres estaban delante o detrás de la imagen. En concreto, delante, bajo el arco toral, había dos grandes blandones dorados con velas de color blanco. Cada pareja de blandones tenía ante sí una mesa dorada; en la del lado izquierdo había una talla del Niño Jesús entre pequeños candeleros dorados, y en la de la derecha una Biblia abierta por la parte del Evangelio de San Juan en la que cuenta la Resurrección del Señor.
Y es que San Juan tuvo un gran protagonismo en este besapié al Resucitado, ya que la talla del Evangelista que realizara Antonio J. Dubé de Luque estaba detrás del Señor, presidiendo el altar de Santa Marina entre un gran número de candeleros con velas blancas, todas ellas de gas.
Debajo, entre pequeños candelabros plateados, había un templete dorado con la reliquia de la piedra del Santo Sepulcro en su interior. Y en los extremos podíamos ver dos jarras plateadas con flores rojas entre candeleros y varias sacras. Las estructuras sobre las que estaban estos enseres se adornaban con las antiguas esquinas del paso del Resucitado, que actualmente se utilizan para las andas del vía crucis que la hermandad lleva a cabo con la Virgen del Amor.