Me la imagino triste, no llorando. No imagino como se ve llorando.
Cansada, harta, queriendo dejarlo todo y arrancar.
Un clima más agradable, algo menos de calor, una casa de campo, animales, plantas, gallinas. Unos huevos con tecito de desayuno, una brisa que la peine en las mañanas. Sin ese zumbar de la ciudad, fuera de ese trafico, de las miradas falsas, de la cordialidad forzada.
Dicen que cobró su sueldo y se arrancó de sus problemas. Prefiero verla volando hacia donde la lleven sus ganas, su euforia, su rota rutina. Prefiero verla sonreír, sin importar el costo. En algún bus hacía cualquier lugar tarareando "Deja la vida Volar" del recordado excompañero. Dejando su vida volar, ahora, literalmente. Olvidando sus deberes.
Sus vecinos exclamando que esta echando a perder su futuro, que es una irresponsable. Que debería haberlo pensado más.
" Si se veía tan tranquila", "nunca pensé que tenia tantos problemas". Muchos olvidaron como duele sonreir cuando se te vienen los muros abajo.
Lo único que tengo claro ahora, es que ella volverá. Con esa sonrisa que hace arder cada parte de tu ser, con su humor inteligente y obsceno. Volverá y volverá feliz. Ya que al parecer en lo que respecta a su vida, ella siempre tendrá la razón, ella siempre sabrá si hace lo correcto o no, y si no fuese lo correcto, siempre es capaz de revolver un poco la tierra y hacer crecer algo.
Nos sobran las ganas y el tiempo para poder vivir
