Mostrando entradas con la etiqueta Ciudad Redonda. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ciudad Redonda. Mostrar todas las entradas

Lecturas Misa Ciudad Redonda del Lunes de la 26ª Semana del Tiempo Ordinario

Enviar por email En PDF Imprimir
Lunes, 29 de septiembre de 2014

Primera lectura

Lectura del libro de Job (1,6-22):

Un día, fueron los ángeles y se presentaron al Señor; entre ellos llegó también Satanás. 
El Señor le preguntó: «¿De dónde vienes?»
Él respondió: «De dar vueltas por la tierra.»
El Señor le dijo: «¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal.»
Satanás le respondió: «¿Y crees que teme a Dios de balde? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. Pero extiende la mano, daña sus posesiones, y te apuesto a que te maldecirá en tu cara.»
El Señor le dijo: «Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques.»
Y Satanás se marchó.
Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job y le dijo: «Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a ¡os mozos y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo.»
No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: «Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo.»
No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: «Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó, y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude escapar para contártelo.»
No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: «Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo.»
Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor.»
A pesar de todo, Job no protestó contra Dios.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 16,1.2-3.6-7 

R/.
 Inclina el oído y escucha mis palabras

Señor, escucha mi apelación, 
atiende a mis clamores, 
presta oído a mi súplica, 
que en mis labios no hay engaño. R/.

Emane de ti la sentencia, 
miren tus ojos la rectitud. 
Aunque sondees mi corazón, 
visitándolo de noche, 
aunque me pruebes al fuego, 
no encontrarás malicia en mí. R/.

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; 
inclina el oído y escucha mis palabras. 
Muestra las maravillas de tu misericordia, 
tú que salvas de los adversarios 
a quien se refugia a tu derecha. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,46-50):

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro.»

Palabra del Señor

Evangelio Seglar para el Domingo XXVI del Tiempo Ordinario (28 - Septiembre - 2014) Novedades Ciudad Redonda para la semana del 22 al 28 de septiembre de 2014

La misericordia de Dios. Domingo 28 de septiembre de 2014.

Angel Moreno - Buenafuente del Sistal hace 1 minuto
Las lecturas de este domingo son insólitas, nos vuelven del revés, rompen nuestros esquemas y nos dejan un tanto conmocionados. Nuestro modo de pensar natural tiene en cuenta los méritos históricos de las personas; mientras que aquellas personas que han vivido, por diferentes razones, marginadas, las tenemos siempre en menos...

Evangelio Seglar para el Domingo XXVI del Tiempo Ordinario (28 - Septiembre - 2014)

Laiconet - Evangelio Seglar hace 1 hora, 48 minutos
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

Comentario al Evangelio del domingo, 28 de septiembre de 2014

Julio César Rioja, cmf - Palabra Diaria hace 1 día, 8 horas
Vamos de escándalo en escándalo para comprender la novedad del mensaje de Jesús. Esta parábola es ilustrativa: el hijo que parecía desobediente resultó ser el obediente, el que parecía sumiso resultó ser rebelde.

Cómo reaccionamos ante la crítica y la oposición

Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano) - En el exilio hace 3 días, 8 horas
¿Habéis observado alguna vez cómo reaccionamos espontáneamente ante una amenaza percibida? Encarada una amenaza, nuestros instintos primarios tienden a tomar posesión, e instantáneamente nos bloqueamos y empezamos a cerrar todas las puertas que abren a la cercanía, amabilidad y empatía que hay en nosotros.

“EROS” AGONIZA, “NARCISO” RENACE: Consideraciones actuales sobre el amor

José Cristo Rey García Paredes, cmf - Apuntes para creyentes hace 4 días, 4 horas
Solemos evitar en nuestro discurso eclesiástico ordinario (y también en el lenguaje teológico) cualquier referencia al “eros”. Y más todavía dentro de las reflexiones que hacemos sobre la vida religiosa o consagrada. El voto de castidad es entendido y explicado de tal forma que se vuelve innecesaria cualquier referencia al amor erótico.

Lecturas Misa Ciudad Redonda del Sábado de la 25ª semana del Tiempo Ordinario

Enviar por email En PDF Imprimir
Sábado, 27 de septiembre de 2014

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiastés (11,9–12,8):

Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón, de lo que atrae a los ojos; y sabe que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo. Rechaza las penas del corazón y rehuye los dolores del cuerpo: niñez y juventud son efímeras. Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que lleguen los días aciagos y alcances los años en que dirás: «No les saco gusto.» Antes de que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas, y a la lluvia siga el nublado. Ese día temblarán los guardianes de casa y los robustos se encorvarán, las que muelen serán pocas y se pararán, las que miran por las ventanas se ofuscarán, las puertas de la calle se cerrarán y el ruido del molino se apagará, se debilitará el canto de los pájaros, las canciones se irán callando, darán miedo las alturas y rondarán los terrores. Cuando florezca el almendro, y se arrastre la langosta, y no dé gusto la alcaparra, porque el hombre marcha a la morada eterna y el cortejo fúnebre recorre las calles. Antes de que se rompa el hilo de planta, y se destroce la copa de oro, y se quiebre el cántaro en la fuente, y se raje la polea del pozo, y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio. Vanidad de vanidades, dice Qohelet, todo es vanidad.

Palabra de Dios


Salmo

Sal 89,3-4.5-6.12-13.14.17

R/.
 Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación


Tú reduces el hombre a polvo, 
diciendo: «Retornad, hijos de Adán.» 
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; 
una vela nocturna. R/.

Los siembras año por año, 
como hierba que se renueva: 
que florece y se renueva por la mañana, 
y por la tarde la siegan y se seca. R/.

Enséñanos a calcular nuestros años, 
para que adquiramos un corazón sensato. 
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? 
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, 
y toda nuestra vida será alegría y júbilo. 
Baje a nosotros la bondad del Señor 
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,43b-45):

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacia, Jesús dijo a sus discípulos: «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.»
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Palabra del Señor

Liturgia Viva Ciudad Redonda del Domingo 26º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

En PDF Imprimir
Domingo, 28 de septiembre de 2014
26 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo A)
  1. Que Nuestro Sí Sea de Verdad Sí
  2. A veces, Nuestro Sí Es Remolón
Saludo (Cfr. 2 Cor 1,18-20)
El Hijo de Dios, Jesucristo,
nunca fue “Sí-y-No”.
Su naturaleza es toda Sí.
Por tanto, por medio de él 
digamos nuestro Sí a Dios. 
Que el Señor Jesús esté siempre con ustedes.

Introducción por el Celebrante
  1. Que Nuestro Sí Sea de Verdad SíAdmiramos a los padres y educadores que son tan pacientes con los jóvenes que, cuando cometen errores o rehúsan asumir sus responsabilidades, les dan tiempo para cambiar de idea. Esto es precisamente lo que Dios está haciendo siempre con nosotros. Nos espera siempre, con paciencia. Nos da nuevas oportunidades. --- ¿No podríamos hacer nosotros lo mismo, unos con otros? En esta eucaristía pidamos a Jesús que con él sepamos decir siempre Sí.
  2. A veces, Nuestro Sí Es RemolónCon bastante frecuencia sentimos en nosotros la tensión entre lo que sabemos es recto y nuestros propios intereses e inclinaciones. Normalmente sabemos lo que exige nuestra fe y, sin embargo, actuamos en contra o damos solamente un Sí remolón. Pidamos a Jesús en esta eucaristía que sepamos decir siempre Sí con él y como él.
Acto Penitencial
Con demasiada frecuencia 
hemos caminado por nuestros propios caminos, 
y hemos hecho nuestra voluntad, más que la de Dios.
Pidamos perdón al Señor.
(Pausa)

  • Señor Jesús, tu Sí era un Sí firme a la voluntad del Padre, Aun cuando te llevó al sufrimiento y a la cruz.
    R/. Señor, ten piedad de nosotros.
  • Cristo Jesús, tu palabra era de fiar, ya que vivías de acuerdo a lo que creías:
    R/. Cristo, ten piedad de nosotros.
  • Señor Jesús, debemos nuestro perdón y nuestra vida a tu Sí al Padre:
    R/. Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, perdona nuestras vacilaciones y nuestra cobardía para vivir a tope el evangelio.
Ayúdanos a servirte con amor generoso y llévanos a la vida eterna.

Oración Colecta
Oremos para que sepamos responder al llamado de Dios con amor y fidelidad.
(Pausa)
Oh Padre amoroso:
Tú no quieres que los pecadores mueran, 
sino que se alejen de su pecado
y que hagan lo que es recto y bueno
para que vivan.
Tú sabes que somos frágiles y débiles.
No dejes de perdonarnos,
danos la mentalidad de Jesús,
para que con él te digamos Sí
con el amor profundo 
de quienes han sido perdonados. 
Haznos también misericordiosos para con otros.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Primera Lectura (Ez 18,25-28): Somos Responsables de Lo Que Hacemos
El profeta Ezequiel insiste en nombre de Dios sobre nuestra responsabilidad personal por el bien o el mal que hacemos. Dios busca perdonarnos y quiere que vivamos en su amor.

Segunda Lectura (Fil 2,1-11): Sean Humildes con Cristo
Tenemos que tener la misma disposición fundamental que Cristo nuestro Señor, a saber, ser modestos y humildes ante Dios y ante los hermanos.

Evangelio (Mt 21,28-32): ¿Cuál de Estos Hijos Soy Yo?
Los líderes farisaicos y santurrones del pueblo rechazan a Jesús y condenan a los pecadores. -- Los pecadores acogen a Jesús y se convierten. ¿Quién de ellos hace la voluntad de Dios? ¿Con quiénes nos identificamos?

Oración de los Fieles
No pensemos primeramente en nuestros intereses, sino pidamos por las necesidades de nuestros hermanos necesitados aquí o en cualquier parte del mundo. Y digamos: R/. Señor, que tu palabra nos guíe siempre.
  • Por la Iglesia, pueblo de Dios hoy, para que tanto sus líderes como sus miembros nos guiemos por la mentalidad de Jesucristo, sirviendo fielmente a Dios y al pueblo, roguemos al Señor.
  • Por los que rehúsan vivir de acuerdo a su fe y a su conciencia, para que encuentren el camino de vuelta a Dios Padre, roguemos al Señor.
  • Por los que buscan la voluntad de Dios en la vida de cada día, para que lo hagan con toda humildad y con gran amor, conscientes de lo frágiles que somos todos, roguemos al Señor.
  • Por todos los que trabajan en los medios de comunicación, para que respeten al pueblo y a la verdad, y contribuyan en todas partes a la paz y al entendimiento entre los hombres,roguemos al Señor.
  • Por todos los que han dicho su “Sí” a Dios y por los esposos que se han dicho su Sí en matrimonio, para que saquen fuerza de la fidelidad de Jesús y del ejemplo del amor fiel de buenas familias cristianas, roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, no permitas que nos volvamos satisfechos de nosotros mismos. Haz que cada uno de nosotros y nuestras comunidades nos cuestionemos si realmente buscamos tu voluntad o seguimos nuestros propios caprichos. Sé siempre nuestro Dios fiel y bondadoso, ahora y por los siglos de los siglos. Amén.

Oración de Ofertorio 
Oh Dios y Padre nuestro:
Te presentamos en esta eucaristía
el sacrificio de Jesús tu Hijo.
Queremos que nuestra ofrenda exprese
que estamos dispuestos y deseosos
de unirnos a sus actitudes 
de total lealtad a tu voluntad.
Danos la gracia de decir con él 
un Sí incondicional a tu vida y a tu amor 
y de olvidarnos de nosotros mismos 
en servicio de nuestros hermanos.
Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor.

Introducción a la Plegaria Eucarística
Jesús fue el siervo obediente que se entregó totalmente a la voluntad del Padre para traernos, a cualquier precio, la vida y el amor del mismo Padre. 
Nos ofrecemos ahora a nosotros mismos con él.

Introducción al Padrenuestro
Buscamos la voluntad de Dios con su siervo obediente, Jesucristo, y con él pedimos que no rehusemos servir bien a nuestro Padre.
R/. Padre nuestro…

Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, 
del collar de fuerza del pecado y de todo mal.
Que venga a nosotros tu perdón
como liberación de nuestras dudas y temores
y de nuestro orgullo autosatisfecho
a expensas de otros.
Ayúdanos a buscar tu voluntad en todo lo que hacemos
y a prepararnos para la gloriosa venida entre nosotros
de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
R/. Tuyo es el reino… 

Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, nuestro Señor, que aceptó la muerte en cruz mientras repetía su Sí al Padre para hacernos libres.
Dichosos nosotros de recibirle como nuestro glorioso Señor.
R/. Señor, no soy digno…

Oración después de la Comunión
Oh Dios y Padre nuestro:
Como un amigo sentado a la mesa,
tu Hijo Jesús ha partido para nosotros 
su pan de paz
y nos ha dicho tu palabra de perdón. 
Que él sea nuestra fuerza 
mientras caminamos hacia él y hacia los hermanos 
por el penoso camino del bien mezclado con el mal. 
Danos la gracia de animarnos unos a otros
y de crecer juntos más cerca de ti. 
nuestro Dios Vivo, que nos has aupado
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Bendición
Hermanos: Hemos oído la afirmación inquietante de que pecadores célebres entrarán en el reino de Dios por delante de nosotros.
Que estas duras palabras nos despierten de nuestra engreída auto-satisfacción y nos hagan conscientes de que nuestra vida también es una mezcla de Sí y No, 
y de una búsqueda sincera de hacer lo recto junto con momentos de cobardía.
Que el Señor nos dé esta sana intuición.
Y para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

Comentario Ciudad Redonda al Evangelio del domingo, 28 de septiembre de 2014

Enviar por email En PDF Imprimir
Julio César Rioja, cmf
Queridos hermanos:
Vamos de escándalo en escándalo para comprender la novedad del mensaje de Jesús. Esta parábola es ilustrativa: el hijo que parecía desobediente resultó ser el obediente, el que parecía sumiso resultó ser rebelde. De esta forma “os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios”. ¡No puede ser!, está bien que los últimos puedan ser los primeros, como se decía el domingo pasado, pero qué no les ponga nombres.
El texto analiza dos formas diferenciadas de ser creyente o dos momentos que pueden darse en un creyente.
La primera: de una conducta rebelde se pasa a la aceptación de la voluntad de Dios. El primer hijo responde: “No quiero”, más después lo piensa mejor y va a trabajar. El hijo quiere afirmar su identidad; y es que ante el Padre puede que un servil sometimiento sea contrario al plan de Dios, el quiere una respuesta libre, el hijo y el creyente tienen derecho a decir  no a Dios, tienen posibilidad de elegir. La parábola no nos da un tercer caso donde el hijo diga “voy” y lo haga, ni un cuarto caso en el que el hijo diga “no” y se mantenga en su negativa. Aquí no se alaba el rechazo al Padre, sino el proceso del hijo, Dios sabe esperar al hombre, le deja tiempo para que tome sus decisiones, no se escandaliza por la debilidad humana, ni por el pecado o la rebeldía. Dios quiere que nuestra opción de fe sea sentida y un gesto esencialmente libre y definitivo. “¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre? Contestaron: el primero”.


La segunda: supone una conducta sumisa y conformista que conduce al fracaso del proyecto humano. Muchos dicen: “Voy, Señor”, pero no van; se colocan detrás de la máscara de la obediencia, del cumplimiento cultual, de la sumisión a la autoridad religiosa, medrando a la sombra de los que mandan, con  una imagen de hombres espirituales, las apariencias les pesan demasiado para tener el coraje de mostrarse tal como son. Desgraciadamente hemos confundido la palabra obediencia, qué es escucha dentro de uno mismo, con sometimiento y en otros casos con apariencia para hacer luego lo que quiera. Es preciso descubrir si detrás de muchas fachadas hay algo más, en este sentido las prostitutas van a ir delante. Estos segundos son más peligrosos porque se basan en la hipocresía, pero Dios con ellos también tiene paciencia, es verdad: “que vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las prostitutas le creyeron. Y aún después de ver esto vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis”, Jesús hablaba a los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo, tomemos nota.
Jamás confundamos la aceptación de la fe y el seguir a Jesús con el sometimiento a normas y prescripciones que nos dicen venidas de lo alto, o consultadas por el que nos las dicta en el sagrario. La prepotencia no es cosa de Dios, el quiere procesos que implican: reflexión- conciencia interior- opción libre-compromiso (Ver-Juzgar-Actuar). Todas estas actitudes se dan en cada uno de nosotros, (y me refiero a las cuatro), a lo largo de nuestra vida o en momentos determinados, estemos en tensión interior para que nuestros “sí” al Reino y al Evangelio nazcan de la libertad y responsabilidad. Dios prefiere el largo camino, saturado de libertad y de fracasos, al camino corto de los que dicen sí a todo pero no se comprometen en serio con nada.

Lecturas Misa Ciudad Redonda del Domingo 26º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Enviar por email En PDF Imprimir
Domingo, 28 de septiembre de 2014

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (18,25-28):

Así dice el Señor: «Comentáis: "No es justo el proceder del Señor". Escuchad, casa de Israel: ¿es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.»

Palabra de Dios


Salmo

Sal 24,4bc-5.6-7.8-9

R/.
 Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna

Señor, enséñame tus caminos, 
instrúyeme en tus sendas: 
haz que camine con lealtad; 
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador, 
y todo el día te estoy esperando. R/.

Recuerda, Señor, 
que tu ternura y tu misericordia son eternas; 
no te acuerdes de los pecados 
ni de las maldades de mi juventud; 
acuérdate de mí con misericordia, 
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto, 
y enseña el camino a los pecadores; 
hace caminar a los humildes con rectitud, 
enseña su camino a los humildes. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,1-11):

Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis por rivalidad ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás. Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,28-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?» 
Contestaron: «El primero.» 
Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

Palabra del Señor

Lecturas Misa Ciudad Redonda del Jueves de la 25ª semana del Tiempo Ordinario

Enviar por email En PDF Imprimir
Jueves, 25 de septiembre de 2014

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiastés (1,2-11):

¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! ¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra siempre está quieta. Sale el sol, se pone el sol, jadea por llegar a su puesto y de allí vuelve a salir. Camina al sur, gira al norte, gira y gira y camina el viento. Todos los ríos caminan al mar, y el mar no se llena; llegados al sitio adonde caminan, desde allí vuelven a caminar. Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír. Lo que pasó, eso pasará; lo que sucedió, eso sucederá: nada hay nuevo bajo el sol. Si de algo se dice:«Mira, esto es nuevo», ya sucedió en otros tiempos mucho antes de nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores.

Palabra de Dios


Salmo

Sal 89,3-4.5-6.12-13.14.17

R/.
 Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación


Tú reduces el hombre a polvo, 
diciendo: «Retornad, hijos de Adán.» 
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó; 
una vela nocturna. R/.

Los siembras año por año, 
como hierba que se renueva: 
que florece y se renueva por la mañana, 
y por la tarde la siegan y se seca. R/.

Enséñanos a calcular nuestros años, 
para que adquiramos un corazón sensato. 
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? 
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, 
y toda nuestra vida será alegría y júbilo. 
Baje a nosotros la bondad del Señor 
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,7-9):

En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?» 
Y tenía ganas de ver a Jesús.

Palabra del Señor

Lecturas Misa Ciudad Redonda del Miércoles de la 25ª semana del Tiempo Ordinario

Enviar por email En PDF Imprimir
Miércoles, 24 de septiembre de 2014

Primera lectura

Lectura del libro de los Proverbios (30,5-9):

La palabra de Dios es acendrada, él es escudo para los que se refugian en él. No añadas nada a sus palabras, porque te replicará y quedarás por mentiroso. Dos cosas te he pedido; no me las niegues antes de morir: aleja de mí falsedad y mentira; no me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan; no sea que me sacie y reniegue de ti, diciendo: «¿Quién es el Señor?»; no sea que, necesitando, robe y blasfeme el nombre de mi Dios.

Palabra de Dios


Salmo

Sal 118,29.72.89.101.104.163

R/.
 Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Apártame del camino falso, 
y dame la gracia de tu voluntad. R/.

Más estimo yo los preceptos de tu boca 
que miles de monedas de oro y plata. R/.

Tu palabra, Señor, es eterna, 
más estable que el cielo. R/.

Aparto mi pie de toda senda mala, 
para guardar tu palabra. R/.

Considero tus decretos, 
y odio el camino de la mentira. R/.

Detesto y aborrezco la mentira, 
y amo tu voluntad. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,1-6):

En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. 
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: «No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes.

Palabra del Señor