NUESTRA SEÑORA DE AMOR Y SACRIFICIO DE JEREZ EXPUESTA EN BESAMANOS


Jerez de la Frontera volvió a ser foco de atención de este blog en el primer domingo de Cuaresma, en el que fueron varias las imágenes titulares de sus hermandades que estuvieron expuestas en besapié o besamanos en sus respectivos templos.
Comenzamos nuestro repaso con Nuestra Señora de Amor y Sacrificio, la dolorosa más particular de la Semana Santa jerezana, que ofreció el domingo las manos a sus numerosísimos devotos, los que la acompañan cada Lunes Santo desde su Parroquia de Madre de Dios hasta la Catedral y la arropan igualmente en su regreso.
En el lado derecho del presbiterio y ante el sencillo altar montado por la hermandad para el triduo que tuvo lugar días atrás, la dolorosa que tallara Carlos Monteverde se encontraba sobre una sencilla peana de madera policromada y dorada vestida como cada Lunes Santo, con manto y saya de terciopelo negro sin bordado alguno, tocado de color blanco liso y aro de estrellas. Asimismo, tenía una cruz pectoral y extendía sus dos manos, en las que faltaba la corona de espinas, que estaba al lado, sobre una pequeña mesa de madera.
Tres candeleros a cada lado con cera blanca flanqueaban a la Virgen de Amor y Sacrificio, así como unas sencillas jarras plateadas con flores blancas. Detrás, el altar del triduo contaba con otros diez candeleros y otras dos jarras y estaba presidido por una cruz con el sudario pendiendo de sus brazos.
El estandarte corporativo se encontraba a la izquierda y la bandera concepcionista a la derecha. Por otro lado, el simpecado de la hermandad estaba situado en el altar habitual de culto de la Virgen, entre las banderas negra y blanca.