Tras el triduo en su honor y el vía crucis celebrado en la tarde del sábado, el Santísimo Cristo de la Salud de la Hermandad de Monte-Sión fue expuesto en besapié durante la jornada de ayer, domingo, en la capilla de la corporación en la calle Feria.
Al contrario que otros años, en que el crucificado de Luis Ortega Bru ha estado colocado para este culto en posición vertical, en esta ocasión la priostía lo ha presentado a los hermanos y devotos tumbado a los pies del retablo mayor del templo, donde estaban el Señor Orando en el Huerto, la Virgen del Rosario y el ángel del paso de misterio.
Los brazos de la cruz se sujetaban mediante dos columnas de madera policromada, mientras que en la base había claveles de color rojo púrpura, las mismas flores que veíamos junto al Señor, también sobre columnas de madera, pero de menor altura que las anteriores. Y otras dos, de una altura intermedia entre las demás, tenían sobre ellas los faroles plateados que pudimos ver el pasado lunes en los costeros de las andas en las que el Señor Orando en el Huerto fue llevado a la Catedral para presidir el Vía Crucis de las Cofradías (ver).
El espacio que ocupaba el Cristo de la Salud en el interior de la capilla estaba delimitado por cuatro ciriales y cuatro blandones dorados, todos ellos con cera de color morado. Y al fondo, a los pies del retablo, se dispusieron varios candeleros dorados con velas blancas, dos ángeles de orfebrería, dos jarras con flores de talco y diferentes enseres litúrgicos.
