EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA CORONA, EXPUESTO EN BESAPIÉ EN EL SAGRARIO
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Corona celebró el pasado domingo el besapié anual a su titular, que para ello fue ubicado a los pies de la única nave de la Parroquia del Sagrario de la Catedral, sobre una mesa cubierta de terciopelo negro con galones dorados.
El Cristo de la Corona llevaba las potencias de salida y daba a besar su pie derecho. Junto al izquierdo, además de descansar la base de la cruz, que era la misma que lleva sobre su paso cada Viernes de Dolores, estaba la corona que le da la advocación a este antiguo Nazareno de autor anónimo del siglo XVI.
Una variedad de especies florales de tonalidades roja y morada estaba situada a modo de friso en la mesa sobre la que se apoyaba el Cristo de la Corona. Para llegar a besar su pie, los devotos tenían que recorrer un pasillo formado por cuatro blandones con cera color tiniebla y otras cuatro columnas de fuste estriado que sostenían sendas jarras plateadas con las mismas flores antes descritas, y que también estaban en un gran centro en el suelo a la altura de la primera pareja de blandones.
El altar de este besamanos se completaba con dos faroles plateados a los pies del Señor, el estandarte de la hermandad a la izquierda y un gran cortinaje de damasco rojo que ocultaba la puerta que comunica el Sagrario con la Catedral.