Desdoble doble

Salí, sin mayor esfuerzo, me despegué de mis pies, partí mi pecho en dos y de mi frente broté. Me descolgué de mi ser, de lo que me hace ser tal soy, pero no sin antes agotar la esencia de mi existencia racional y buscar la lógica en esto ridículamente ilógico, pronto, cansado, me rendí y caminé.
Paseé por mi casa, vi mi puesto vacío en la cama, mi vista estaba manchada por colores de fósforo, vertidos los surcos en mis ojos abiertos; mi frente más amplia, mis pies levitar. Caminé cuadras o kilometros, los perros me ladraban al pasar...la visité. Entré y en su cuarto mientras dormía aparte una porción de cabello que descansaba en su rostro, sobé su mejilla y quise volver.

¿Qué era yo ahí? -Mi ser lógico no cesaba de preguntar. Yo no estaba físicamente ahí, donde creía estar...de ninguna manera. Peor, no me había movido siquiera, seguía en la mente mía, creyendo deambular en el terreno...¿terrenal? Y bien sabía yo que no era así. Yo-mi yo lógico/cultural- estaba quizá moviéndome en lo ilógico, en lo onírico, en el sueño mismo, es decir, mi conciencia asustada daba vueltas por mi inconsciente.
Pero..¿la acaricié? Yo lo sentí, claro estoy, pero, tal como en un sueño...aunque un sueño real, o más que real, consciente.
Sentí que me tiraban desde mi cama, como si un arnés llevara. Volé de vuelta lanzado por esta fuerza. Aunque, momento...esta es mi mente. Nadie me tira, es un sueño, y sólo en los sueños hay un precipicio en el cual caer. No me moveré, no lo haré.
Insisto en que la toqué, la sentí.
Volví donde ella, ésta vez no estaba en la cama, descanse confundido al borde de ésta y, sin aviso alguno, ella apareció de pie frente a mi, directamente me miró. ¿Me ve? Se sentó a mi lado, apoyo su cabeza en mi hombro, no dijimos nada.
De improvisto se separó de mí y un fuerte golpe la llevó de vuelta a una idéntica versión de ella acostada bajo las frazadas, despertó sudando, agitada, luego recordó todo, miró hacía donde yo estaba, sonrío..Y sentí que de mi arnés invisible me tiraban.-