MARÍA SANTÍSIMA DE LA PAZ CORONADA, EXPUESTA EN DEVOTO BESAMANOS


La Parroquia de San Sebastián acoge este fin de semana el besamanos a María Santísima de la Paz, en el que es su primer culto de estas características tras su Coronación Canónica del pasado 1 de octubre, y al que seguirá el próximo martes la función solemne en la jornada de su festividad.
Para este culto, la Virgen de la Paz Coronada se encuentra en el presbiterio de la parroquia, elevada sobre su habitual peana de besamanos y vestida con el manto de tisú bordado en plata por Sucesores de Esperanza Elena Caro en 2009, la saya también de tisú y plata de Manuel Solano (2014) y la toca de sobremanto de malla bordada en plata, de Fernández y Enríquez (1997).
Luce la dolorosa de Antonio Illanes la corona de salida, de plata de ley, obra de Juan Fernández (1941), que fue restaurada y enriquecida el año pasado para la Coronación por los Hermanos Delgado. Además, cuenta con el fajín militar de Capitanía General, con tres entorchados y borlones dorados, una cruz pectoral, un rosario y la ramita de olivo de plata en la mano izquierda, mientras que es la derecha la que da a besar a los devotos.
Flanquean a la Virgen de la Paz dos jarras de su paso de palio con rosas blancas, situadas sobre pequeñas columnas de base cuadrada. Otras cuatro jarras se encuentran sobre sendas columnas doradas de fuste salomónico en los extremos del montaje del altar, dos de ellas junto al dosel de cultos de la hermandad, que tiene también a cada lado un candelabro plateado con velas de color blanco.
El altar del besamanos se completa con un pabellón por encima del dosel con sendas cortinas de terciopelo rojo sostenidas en los extremos por dos ángeles del canasto del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Victoria. Finalmente, una gran tela de damasco rojo cubre por completo el retablo principal del templo.

































EL CACHORRO, EN EL CARTEL DE SEMANA SANTA 2017 DE PÉREZ-CEREZAL


El Cachorro de Triana es la imagen escogida por José María Jiménez Pérez-Cerezal para el cartel de la Semana Santa de 2017 editado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías, y presentado ayer en la sede de Caja Rural del Sur.
El pintor sevillano ha realizado una obra de vivos colores en la que el Cristo de la Expiración es visto desde arriba, tapando parcialmente con su portentosa cabeza, donde no hay ni corona de espinas ni potencias, la palabra Sevilla, escrita en color blanco, al igual que la leyenda "Semana Santa 2017", ubicada en la parte inferior, pegada al lado derecho del cartel.
La obra, pintada en técnica mixta sobre tabla, cuenta con el esbozo de dos golondrinas en el lado izquierdo, así como algunas zonas con un dibujo difuminado caracterizado por colores variados (rojo, amarillo, azul, verde...) que busca llamar la atención del espectador, incluyendo una especie de rectángulo en un color azul más oscuro que enmarca al Cachorro en vertical.
En la presentación de la obra, el propio Pérez-Cerezal indicó que el estilo utilizado es el fauvismo, un estilo muy presente en su obra, aunque para el cartel ha suavizado en parte sus rasgos habituales, quizá para no sorprender en exceso a los paladares más exigentes... o críticos.

EL MILAGROSO NIÑO JESÚS DE PRAGA DEL SANTO ÁNGEL, EN BESAMANOS


La Hermandad del Carmen del Santo Ángel celebra durante este fin de semana el besamanos al Milagroso Niño Jesús de Praga, primero de los cultos en su honor que se prolongarán a lo largo de la próxima semana.
La pequeña imagen de Fernando Aguado se encuentra a los pies de la Virgen del Carmen y elevada sobre su antigua peana procesional. Viste túnica de terciopelo burdeos con bordados en oro y capa de raso azul con flores de seis pétalos bordadas en plata. Luce también la corona de salida, de plata sobredorada, un colgante con una cruz al cuello y otra con un corazón de oro en la mano izquierda, donde también lleva la bola del mundo. En la mano derecha, la que da a besar a los devotos, el Niño Jesús tiene unos pequeños escapularios.
Flanquean a la talla dos jarras de su paso con claveles rojos salpicados de estátice. Las jarras se encuentran sobre sendas columnas doradas de fuste estriado y abrazadas por tres candeleros dorados con el emblema carmelita y cera roja.
Detrás del Niño, a cada lado, se han dispuesto unas columnas doradas de fuste salomónico que sujetan artísticos jarrones dorados con flores de talco. Finalmente, la Virgen del Carmen está iluminada en su altar con cuatro candeleros plateados con cera blanca.