De todos los días: En los patios de la Gracia


Para el día de hoy (28/09/14) 
Evangelio según San Mateo 21, 28-32
Jesús de Nazareth se encuentra casi al final de su peregrinación. Está en Jerusalem, la Ciudad Santa que sólo ha sabido mostrarle un rostro cruel, que le ha hecho derramar lágrimas de tristeza por presente y por el futuro que avizora, que incuba entre sus muros un odio irrefrenable que desembocará en los espantos de la Pasión. La aversión que suscita su presencia entre la dirigencia judía enrarece tanto el ambiente con su cruda hostilidad, que podría cortarse con un cuchillo.

Pero el Maestro no retrocede ni vacila, convencido de su misión, firme y fiel. 

La liturgia nos ubica, precisamente, en el centro simbólico y real del odio que le profesan, el Templo de Jerusalem, ese templo enorme y fastuoso, orgullo de generaciones, característica primordial de todo un pueblo.
Ese segundo templo llevó mucho tiempo edificarlo, y su construcción responde ante todo a motivos teológicos -espirituales- antes que a concepciones arquitectónicas, las que se subordinan a esas ideas fundantes, y los patios que ostenta son símbolo y señal exactos de las ideas religiosas imperantes así como de la imagen de un Dios que domina.

En ese Templo nos encontraríamos con el amplio patio de los Gentiles, es decir, el recinto que casi no es parte del Templo y que aloja a los extranjeros y a los no creyentes. Un segundo patio se destina a las mujeres y a los eunucos, de los que no cuenta su fé ni su piedad. Están allí porque las mujeres carecen de relevancia y no tienen derechos, están los eunucos por ser hombres defectuosos, impuros, falsarios.
En el tercer patio podríamos encontrar a los varones -un criterio específicamente genérico y sexista-, pero muy especialmente a los varones puntillosamente observantes de la Ley y los profetas, siempre y cuando esa observancia se atuviera a la minuciosidad opresiva de los fariseos.
Y casi como una consecuencia lógica, el cuarto patio está restringido a los sacerdotes encargados del culto.

En ese ambiente tan cerrado y sofocante para los corazones, la Palabra viva y libre del Maestro ha de resultar, seguramente, como una bofetada, una falta de respeto a los acartonamientos instaurados, a la precisión de un dios que castiga con eficiencia y velocidad, y del que se obtienen premios mediante la acumulación de méritos por unos pocos selectos.
Él les está diciendo que su Dios tiene por preferencia cordial y bondadosa a todos aquellos que usualmente no tienen siquiera la posibilidad de asomarse a ninguno de esos patios exclusivistas.

Él ha venido a buscar a los perdidos y extraviados, a sanar a los enfermos, a rescatar a los oprimidos, los excluidos, y que se inaugure el tiempo definitivo de la Misericordia.
Y que la vida y la Iglesia tenga un sólo espacio, un único e inmenso patio, el patio de la Gracia en donde todos se congregan afablemente y nadie queda fuera, porque es un patio del encuentro con un Dios que se revela Padre y Madre, patio de hijos, patio de hermanos, recinto de Salvación y libertad.

Paz y Bien

LECTIO DIVINA DE LOS CARMELITAS: 27º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (A)

Lectio: 
 Domingo, 5 Octubre, 2014
La parábola de los labradores homicidasMateo 21,33-43
1. Oración inicial
Señor, en este domingo quiero rezarte con una de las imágenes más bellas del Antiguo Testamento: “no abandones la viña que tu diestra ha plantado”. Continúa cultivándola y enriqueciéndola con tu amor de predilección. Los fragmentos de tu Palabra en esta liturgia dominical sean motivos de esperanza y consolación. Que yo pueda meditarlos y dejarlos cantar en el corazón, hasta el último día de mi vida; que mi humanidad, se convierta en seno en el que pueda germinar la fuerza de tu palabra.
2. Lectura
a) Contexto:
La parábola de los labradores homicidas está colocada por Mateo en la cornisa de otras dos parábolas: la de los dos hijos (21,28-32) y la del banquete de bodas (22,1-14). Juntas las tres parábolas contienen una respuesta negativa: la del hijo al padre, la de algunos campesinos al dueño de la viña, la de ciertos invitados al rey que celebra las bodas de su hijo. Las tres parábolas intentan mostrar un único punto: se trata de aquéllos que como no han acogido la predicación y el bautismo de Juan, ahora están de acuerdo unánimemente en rechazar el último enviado de Dios, la persona de Jesús. La introducción a la primera parábola de 21,28-33 sirve también para la parábola de los labradores homicidas: Llegó al templo y mientras enseñaba los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron y le preguntaron: ¿Con qué autoridad obras así? ¿Quién te ha dado esta autoridad? Es la aristocracia sacerdotal y aquella otra secular la que se acerca a Jesús cuando Él entra en el templo. Están preocupados por la popularidad de Jesús y hacen sus preguntas a Jesús para saber dos cosas: qué tipo de autoridad se atribuye para hacer aquello que hace, y el origen de esa autoridad. En realidad la segunda resuelve lo que se pide en la primera. Lo sumos sacerdotes y los jefes del pueblo exigen una prueba jurídica: no se recuerda jamás que los profetas tengan autoridad directamente de Dios.
b) El texto:
33 «Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. 34 Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos.35 Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. 36 De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. 37Finalmente les envió a su hijo, diciendo: `A mi hijo le respetarán.'38 Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: `Éste es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia.' 39 Y, agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron.
Mateo 21,33-4340
 Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» 41Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.» 42 Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? 43 Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.


3. Un momento de silencio orante
La palabra de Dios no puede ser comprendida si Dios mismo no abre el corazón (Act 16,14). Pero a nosotros compete la escucha que es adhesión, asentimiento silencioso. Para no hacer prevalecer la curiosidad sobre la escucha, quedémonos en silencio delante de la Palabra...
4. Interpretar el texto
a) Invitación a la escucha:
La parábola se abre con una invitación a escuchar: Escuchad otra parábola (v.33) . Jesús parece reclamar la atención de los dirigentes del pueblo a la parábola que está por pronunciar. Es un imperativo, “escuchad”, que no excluye un sentido amenazador (Gnika), si se atiende a como termina la parábola: “Por esto os digo que el reino de Dios os será quitado y le será dado a un pueblo que lo hará fructificar” (43). Por el contrario, a sus discípulos Jesús explica la parábola sin amenazas (Mt 13,18).
¿Cuál sería la explicación de esta invitación amenazante para escuchar? El presupuesto se ha de buscar en las condiciones económicas de la Palestina del siglo 1º después de Cristo: grandes extensiones de terrenos pertenecían a latifundistas extranjeros, los cuáles arrendaban los terrenos a grupos de arrendatarios. El contrato de arrendamiento preveía que parte de lo que se cosechaba era para el patrón el cual ejercía su derecho enviando a gente de confianza a recaudar lo debido. En esta situación se puede comprender cómo estaría probado el estado de ánimo de los campesinos: existía un fuerte descontento que alguna vez acababa en revuelta.
Jesús en su parábola toca esta situación concreta, pero la transporta a un estado de comprensión más alto: aquella situación se convierte en un compendio de la historia de Dios con su pueblo. Para Mateo, al lector se le invita a hacer una lectura simbólica de la parábola: detrás del “patrón” está la figura de Dios; detrás de la viña Israel.
b) El atento cuidado del dueño por su viña (v.33):
Ante todo existe la iniciativa de un dueño que planta una viña. Tal atención y cuidado se describe por Mateo con cinco verbos:plantó... rodeó... cavó... construyó... arrendó. El dueño, después de haber plantado la viña, la arrienda a unos labradores y se ausenta.
c) Los diversos intentos por parte del dueño de recaudar los frutos de la viña (vv.34-36):
En esta segunda escena el dueño envía por dos veces a los siervos que, encargados por el dueño de recaudar los frutos de la viña, son maltratados y asesinados.. Tal acción agresiva y violenta se subraya con tres verbos: golpearon... mataron... apedrearon... (v.35). Enviando otros siervos, más numerosos que los primeros, e intensificando los ultrajes padecidos, Mateo intenta aludir a la historia de los profetas, pues también ellos tuvieron que sufrir tales ultrajes. Sólo para recordar: Uria es asesinado con la espada (Jer 26,23); Jeremías es puesto en el cepo (Jer 20,2); Zacarías es lapidado (2Cr 24,21). Una síntesis de este particular de la historia profética se encuentra en Nehemías 9,26: “han matado a tus profetas...”
d) Por último envía al hijo:
También se le invita al lector a reconocer en el hijo mandado por “último”, al enviado último de Dios a quien tendrán respeto y le entregarán los frutos de la viña. Es el último intento del dueño. La indicación de “último” lo define como Mesías. No se excluye, además, que este proyecto de eliminación del hijo sea modelado sobre otra historia del Antiguo Testamento: los hermanos de José que dicen: “¡Ea, matémosle y echémoslo en cualquier cisterna ¡” (Gén 37,20).
El relato de la parábola toca su vértice dramático con el éxito de la misión del hijo: que viene matado por los arrendatarios-viñadores con el intento de posesionarse de la viña y usurpar la propiedad. El destino de Jesús se acerca al de los profetas, pero, en cuanto que es hijo y heredero, es superior a ellos. Tal acercamiento crsitológico se puede encontrar en la Carta a los Hebreos, donde, sin embargo, se demuestra la superioridad de Cristo como hijo y heredero del universo: “Dios, que había hablado muchas veces en los tiempos antiguos y de diversos modos a los padres por medio de los profetas, últimamente... ha hablado a nosotros por medio de su Hijo, a quien ha constituido heredero de todas las cosas... (vv. 1-2)
Hay un particular en este final de la parábola que no se ha de descuidar: Mateo anteponiendo el gesto “lo echaron fuera de la viña” y haciéndolo seguir de este otro “lo mataron”, intenta decididamente aludir a la pasión de Jesús que fue conducido fuera para ser crucificado.
e) La entrega de la viña a otros labradores (v.42-43):
La parte final del relato evangélico afirma la pérdida del reino de Dios y su cesión a otro pueblo capaz de llevar fruto, o sea, capaz de una fe viva y operante en una praxis de amor. La expresión “por esto os digo...será quitado y será dado..” indica la solemnidad de la acción de Dios con la que viene signada la historia del antiguo Israel y la historia del nuevo pueblo.
5. Pistas meditativas para la praxis eclesial
- El símbolo de la viña es para nosotros el espejo en el cuál se puede ver y reflexionar la historia personal y comunitaria de nuestra relación con Dios. Hoy es la Iglesia esta gran viña que el Señor cultiva con esmero y que confía a nosotros, viñadores (= colaboradores), con el deber de continuar la misión por Él comenzada. Ciertamente la propuesta es grande. Sin embargo, como Iglesia, somos conscientes de la tensión que existe entre fidelidad e infidelidad, entre el rechazo y la acogida que la Iglesia puede experimentar. El evangelio de este domingo nos muestra que, no obstante las dificultades y la aparente fragilidad, nada puede detener el amor de Dios por los hombres, ni siquiera la eliminación de su Hijo, al contrario, este sacrificio nos procura a todos la salvación.
- Somos llamados a estar con Jesús para continuar la misión de ayudar al hombre a encontrarse con Él para ser salvado; luchar cada día para contener las fuerzas del mal que intentan eliminar el deseo de obrar el bien y promover la justicia.
- Como Iglesia somos llamados a aprender, en el ejemplo de Jesús, a experimentar la contestación y a ser capaces de soportar las dificultades en nuestro empeño de evangelizar. ¿Estás de acuerdo en que las pruebas educan nuestro corazón? ¿Y que las dificultades pueden ser un instrumento para medir nuestra autenticidad y la madurez de nuestra fe?
6. Salmo 80 (79)
El salmista expresa el deseo de todo hombre del contacto de la mano de Dios que prepara el terreno para plantar y trasplantar la viña predilecta.
De Egipto arrancaste una viña,
expulsaste pueblos para plantarla,
luego cuidaste el terreno,
echó raíces y llenó la tierra.
Su sombra cubría las montañas,
sus pámpanos, los enormes cedros;
extendía sus sarmientos hasta el mar,
hasta el Gran Río sus renuevos.
¿Por qué has hecho brecha en sus tapias,
para que la vendimie cualquiera que pase,
la devasten los jabalíes del soto
y la tasquen las alimañas del campo?
¡Oh Dios Sebaot, vuélvete,
desde los cielos mira y ve,
visita a esta viña, cuídala,
la cepa que plantó tu diestra!
Como a basura le prendieron fuego:
perezcan amenazados por tu presencia.
Que tu mano defienda a tu elegido,
al hombre que para ti fortaleciste.
Ya no volveremos a apartarnos de ti,
nos darás vida e invocaremos tu nombre.
¡Haz que nos recuperemos, Yahvé Sebaot,
ilumina tu rostro y nos salvaremos!
7. Oración final
¡Señor, cuántas veces el amor es pagado con la ingratitud más negra! No hay nada tan destructivo como sentirse traicionado, verse burlado, saber que hemos sido engañado. Todavía más difícil es el constatar que tanto gestos de bondad, de generosidad, de apertura, de tolerancia, como tantas palabras dichas con sinceridad y hasta el empeño de ser solidarios y sinceros, no ha servido de nada.
Señor, tú que has conocido la ingratitud de los hombres; Tú que has sido paciente con quien te ofendía; Tú que has sido siempre misericordioso, manso, ayúdanos a combatir nuestra inflexible dureza hacia los otros. También nosotros te dirigimos la invocación del salmista: “No abandones la viña que tu diestra ha plantado”. Nuestra oración, después de este encuentro con tu Palabra, se convierta en súplica siempre más penetrante hasta llegar a tu corazón. “Levántanos Señor, muéstranos tu rostro y seremos salvos”. Señor, tenemos mucha necesidad de tu misericordia y mientras que en nuestro corazón esté el deseo y la búsqueda de tu rostro, el camino de la salvación está siempre abierto. Amén.

LECTIO DIVINA JUEVES DE LOS CARMELITAS: LOS SANTOS ÁNGELES DE LA GUARDA

Lectio: 
 Jueves, 2 Octubre, 2014

Mateo 18,1-5.10

Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que manifiestas especialmente tu poder con el perdón y la misericordia; derrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que, deseando lo que nos prometes, consigamos los bienes del cielo. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Mateo 18,1-5.10
En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?» Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.

3) Reflexión
• El evangelio de hoy presenta un texto sacado del Sermón de la Comunidad (Mt 18,1-35), en el cual Mateo reúne frases de Jesús para ayudar a las comunidades del final del siglo primero a superar los problemas que debían abordar en aquel momento, es decir, la salida de los pequeños por causa del escándalo de algunos (Mt 18,1-14) y la necesidad de diálogo para superar los conflictos internos (Mt 18,15-35). El Sermón de la Comunidad aborda distintos asuntos: el ejercicio del poder en la comunidad (Mt 18,1-4), el escándalo que excluye a los pequeños (Mt 18,5-11), la obligación de luchar para que los pequeños vuelvan (Mt 18,12-14), la corrección fraterna (Mt 18,15-18), la oración (Mt 18,19-20) y el perdón (Mt 18,21-35). El acento cae en la acogida y en la reconciliación, pues el fundamento de la fraternidad es el amor gratuito de Dios que nos acoge y nos perdona. Sólo así la comunidad será señal del Reino.
• En el evangelio de hoy vamos a meditar sobre la acogida que hay que dar a los pequeños. La expresión, los pequeños, no se refiere sólo a los niños, sino a las personas sin importancia en la sociedad, inclusive a los niños. Jesús pide que los pequeños, estén en el centro de las preocupaciones de la comunidad, pues "el Padre quiere que ni uno sólo de estos pequeños se pierda" (Mt 18,14).
• Mateo 18,1: La pregunta de los discípulos que provoca la enseñanza de Jesús. Los discípulos quieren saber quién es el mayor en el Reino. El mero hecho de preguntar indica que no han entendido bien el mensaje de Jesús. La respuesta de Jesús, es decir, todo el Sermón de la Comunidad, es para que se entienda que entre los seguidores y las seguidoras de Jesús tiene que primar el espíritu de servicio, de entrega, de perdón, de reconciliación y de amor gratuito, sin buscar el propio interés.
• Mateo 18,2-5: El criterio de base: el menor es el mayor. “El llamó un niño y lo puso en medio”. Los discípulos quieren un criterio para poder medir la importancia de las personas en la comunidad. Jesús responde que el criterio son ¡los niños! Los niños no tienen importancia social, no pertenecen al mundo de los mayores. Los discípulos, en vez de crecer por encima o hacia el centro, deben crecer hacia abajo y hacia la periferia. ¡Así serán los mayores en el Reino! Y el motivo es éste: “Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.” El amor de Jesús por los pequeños no tiene explicación. Los niños no tienen méritos, son amados por los padres y por todos por ser niños. Aquí se manifiesta la pura gratuidad de Dios que pide ser imitada en la comunidad por los que creen en Jesús.
• Mateo 18,6-9: No escandalizar a los pequeños. El evangelio de hoy omite estos versículos de 6 a 9 y continúa en el versículo 10. Damos una breve clave de lectura para estos versículos de 6 a 9. Escandalizar a los pequeños significa: ser motivo por los cuales los pequeños pierden la fe en Dios y abandonan la comunidad. El insistir demasiado en las normas y en las observancias, como hacían algunos fariseos, alejaba a los pequeños, porque no encontraban la práctica libertadora traída por Jesús. Ante esto, Mateo guarda unas frases bien fuertes de Jesús, como aquella de la piedra de molino agarrada al cuello, o la otra: “¡Ay de aquel que fuera causa de escándalo!” Señal de que en aquel tiempo los pequeños no se identificaban con la comunidad y buscaban otros refugios. Y ¿hoy? Cada año, en Brasil casi un millón de personas abandonan las iglesias históricas y emigran hacia las iglesias pentecostales. Y son los pobres los que transitan. Si se van, es porque los pobres, los pequeños, no se sienten a gusto en nuestra casa. ¿Cuál es el motivo? Para evitar este escándalo, Jesús manda cortar la mano o el pie y arrancar el ojo. Estas afirmaciones de Jesús no pueden tomarse al pie de la letra. Significan que hay que ser muy exigente en combatir el escándalo que aleja a los pequeños. No podemos permitir, de ninguna forma, que los pequeños se sientan marginados en nuestra comunidad. Pues en este caso la comunidad dejaría de ser señal del Reino di Dios. No sería de Jesucristo. No sería cristiana.
• Mateo 18,10: Los ángeles de los pequeños en presencia del Padre. “Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos”. Hoy, a veces, se oye que alguien pregunta: “Los ángeles ¿existen? ¿No serán un elemento de la cultura persa, donde los judíos vivieron tantos siglos cuando el exilio de Babilonia?” Es posible que sea así. Pero no es esto el quid de la cuestión, no es la cuestión principal. En la Biblia, el ángel tiene otro significado. Hay textos en que se habla del Ángel de Yahvé o del Ángel de Dios y de repente se habla de Dios. Se cambia en uno por el otro (Gén 18,1-2.9.10.13.16: cf Jue 13,3.18). En la Biblia, ángel es el rostro de Yahvé dirigido hacia nosotros. Ángel de la guarda es el rostro de Dios ¡hacia mí, hacia ti! Es la expresión personalizada de la convicción más profunda de nuestra fe, a saber, que Dios está con nosotros, conmigo, ¡siempre!. Es una forma de concretar el amor y la presencia de Dios en nuestra vida, hasta los mínimos detalles.
4) Para la reflexión personal
• Los pequeños ¿son acogidos en nuestras comunidades? Las personas más pobres del barrio ¿participan en nuestra comunidad?
• Ángel de Dios, ángel de la guarda. Muchas veces, el ángel de Dios es la persona que ayuda a otra persona. En tu vida, ¿hay muchos ángeles y ángelas?
5) Oración final
Porque tú Señor has formado mis riñones,
me has tejido en el vientre de mi madre;
te doy gracias por tantas maravillas:
prodigio soy, prodigios tus obras. (Sal 139,13-14)

Homilía Bideam DOMINGO 27 – T. ORDINARIO 5 de octubre 2014


“Dará la viña a otros labradores” (Mt 21, 41)
DOMINGO 27 – T. ORDINARIO
5 de octubre 2014
EVANGELIO: Mateo 21, 33-43
En aquel tiempo, dijo Jesús a la multitud de los judíos y a los sumos sacerdotes esta parábola:
- «Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.

Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo, diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo”.
Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia”. Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.

“Y ahora, cuando vuelva, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?”.
Le contestaron:
- “Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a sus tiempos”».

Y Jesús les dice:
- «¿No habéis leído nunca en la Escritura:
“La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente?”.

Por eso os digo que se os quitará a vosotros el Reino de los Cielos y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».


ACERCARNOS AL TEXTO

è Necesario recordar, una vez más, que el contexto del pasaje nos puede ayudar a captar todo la fuerza y el significado del pasaje evangélico.

«Había una vez un propietario que plantó una viña...»: la parábola está tomada de la realidad palestinense de entonces; cuando se plantaba una viña se la rodeaba con una cerca y un muro de protección, se cavaba un lagar para prensar la uva y se construía una casa-torre para que el guardián la vigilara. A la vez, está llena de resonancias veterotestamentarias: la imagen de la viña ya había sido empleada por Isaías (5, 1-7; 27, 1-6), Ezequiel(15, 1-8), Oseas (10, 1-8) y el Salmo 80 (79), para referirse al pueblo de Israel.


è Esta parábola es, sobre todo, UN ECO DE LA POÉTICA CANCIÓN DE LA VIÑA de Isaías 5,1-7: «Voy a cantar, en nombre de mi amigo, un canto de amor a su viña». El profeta describe de forma lírica la monótona historia de su pueblo: por una parte, el amor de Dios; por otra, la continua traición del pueblo. «Una viña tenía mi amigo en un fértil otero. La cavó y despedregó, y la plantó de cepa exquisita. Edificó una torre en medio de ella, y además excavó un lagar. Y esperó que diese uvas, pero sólo dio agrazones». Sin metáfora: «Esperó de ellos derecho, y ahí tenéis: asesinatos; esperó justicia, y ahí tenéis: lamentos». «Ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, juzgad entre mi viña y yo. ¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no se lo haya hecho?».

Es la QUEJA DE DIOS. Una historia así no puede continuar indefinidamente. Ante tantas y tan repetidas traiciones sólo queda ya el juicio y el castigo: «Quitaré su seto y será quemada; desportillaré su cerca y será pisoteada; crecerá la zarza y el espino y a las nubes prohibiré llover sobre ella».

Hasta aquí la canción de Isaías. HISTORIA TRISTE DE UN AMOR NO CORRESPONDIDO y manifestación de la soberanía de Dios por encima de todo.


è Es necesario TENER EN CUENTA UNAS ANOTACIONES Y SUGERENCIAS para no quedarse al margen de cuanto se nos ofrece en cuanto mensaje.

¿ Leída como una alegoría, cada uno de los elementos de la parábola evangélica tiene su significado. El dueño de la viña es DIOS, que ha puesto en ella amor, mimo, cariño y esperanzas. La viña es ISRAEL, el pueblo. Los criados enviados a recoger los frutos son los PROFETAS. El hijo es JESÚS. Los labradores o jornaleros que atropellan y matan a los mensajeros son los JEFES RELIGIOSOS y políticos, que buscan únicamente sus intereses y el adueñarse de lo que no es suyo, contraviniendo el plan de Dios.


¿ Toda parábola es UNA CLARA ALUSIÓN A LA HISTORIA DE ISRAEL. Pero es, sobre todo, un desenmascaramiento de sus jefes. Siendo su misión cuidar y hacer fructificar la viña (al pueblo), se han olvidado de ello y SÓLO PIENSAN EN APROVECHARSE de la propiedad para su beneficio, aunque para ello haya que apalear, apedrear y matar a criados e hijo. Es esta conducta homicida la que desenmascara Jesús. Obstinados en sí mismos, en su ley, en sus ritos, son incapaces de ver, de acoger, de compartir, de llevar adelante el plan de Dios.


¿ A la vez, la parábola de la viña y de los viñadores es UN ESBOZO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD, DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA y de cualquier comunidad cristiana que Dios plantó para que diese fruto. Pero los jefes y los dirigentes, los que no piensan sino en ellos mismos y en arrimar el agua a su molino, lo han acaparado, se han parcelado la tierra y se han puesto de acuerdo entre ellos con el fin de eliminar, uno tras otro, a todos los profetas que denuncian tal situación de injusticia.


¿ El «irse al extranjero» no significa que Dios se desentienda de la historia de la humanidad, de nosotros, sino que nos da un tiempo para que crezcamos, tomemos conciencia y ASUMAMOS NUESTRAS TAREAS EN EL MARCO DE SU PROYECTO, respetando lo que nos es más específico, la libertad.


¿ Las diversas etapas de esta historia de amor están jalonadas por la aparición de los criados, es decir, de personas que se ponen al servicio del Reino, del proyecto de Dios. La suerte que corren quienes se atreven a denunciar las situaciones de injusticia y la malversación del patrimonio de la humanidad ya la sabemos. Jesús insistió con frecuencia en LA DIFÍCIL MISIÓN QUE IBAN A TENER y en las duras dificultades que habrían de soportar. No todas las personas que son calumniadas, perseguidas y torturadas o asesinadas son profetas. Pero todos los verdaderos profetas son siempre calumniados, perseguidos y hasta martirizados.


¿ Una vez agotados todos los recursos, el Señor de la viña se arriesga a descubrir la última carta de que dispone. OPTA POR RECURRIR AL AMOR: «Voy a enviar a mi hijo». Espera que reaccionen positivamente ante tal muestra de cariño. «A mi hijo lo respetarán». La historia ya la sabemos. Por lo que se ve, esta clase de “ingenuidad” es fruto del amor hacia su obra: «¿Qué más podía hacer por mi viña que no lo haya hecho?». Quienes buscan aprovecharse y hacerse dueños no piensan ni actúan así.

La parábola, sin embargo, no se contenta con la descripción de los intentos frustrados de Dios en su progresiva encarnación en la historia de la humanidad. Revela, con palabras singularmente duras en boca de Jesús, que DIOS, a pesar del repetido fracaso, NO DESISTE EN SU EMPEÑO DE CUIDAR LA VIÑA que ha plantado, hasta ahora estéril de cara al Reino, para que dé, como fruto, un nutrido grupo de personas que colaboren en su construcción.


¿ Dos cosas quedan claras:
- El reino de los cielos pasa a otras manos, a otro pueblo (paganos y pobres), capaces de dar frutos, de acoger a los hombres y de proclamar el amor por encima de la ley y del templo. «Y a vosotros, que siendo responsables de la vida de la viña os habéis convertido en factor de muerte, se os quitará en el Reino».

- La piedra rechazada (JESÚS) por los constructores y responsables, porque no se aviene a los planes mezquinos y mediocres de los instalados en el poder, es ahora la PIEDRA ANGULAR del nuevo edificio que Dios va construyendo.


è Contrariamente a otras parábolas, ésta es entendida por los sumos sacerdotes, fariseos y demás dirigentes. Pero esa comprensión no les lleva a la conversión, sino a un proyecto de violencia contra Jesús y su pretensión.



REFLEXIONES PARA NUESTRA VIDA DE CREYENTES

*    En la Biblia, la opresión que sufren los pobres es presentada frecuentemente como un homicidio. No es, pues, extraño que los viñadores reaccionen frente a los enviados del Señor con el mismo desprecio a la vida que manifiestan en su conducta cotidiana.

Son, en consecuencia, homicidas no sólo porque matan a esos mensajeros, o incluso al hijo, SINO PORQUE DESPOJAN AL POBRE Y VIOLAN EL DERECHO. Son homicidas desde el momento en que no dan los frutos de justicia que pide el Señor; por ello el Reino pasará a otras manos. Las expresiones son fuertes, pero no menos dura es la situación de la gente que reclama el derecho más elemental: el derecho a vivir, a comer.


*    El texto de Mateo alude al rechazo de los dirigentes de Israel a la predicación de Jesús (vv. 42-43). Pero nos lleva a preguntamos también si EN NUESTRA VIDA DE CADA DÍA no hay algún tipo de complicidad con los viñadores homicidas. Podemos preguntarnos, por ejemplo: ¿qué papel juega en nosotros el establecimiento de la justicia y el derecho?, ¿cuáles son nuestros frutos?, ¿cómo nos sentimos responsables ante la vida de los demás?

El propio Evangelio de Mateo nos dirá, unos capítulos más adelante, que no dar de comer al pobre es negar a Cristo mismo, lo que significa condenar al pobre y a Cristo a la muerte. Y ser cristiano es precisamente todo lo contrario: DAR VIDA. Eso es lo que pide el Evangelio.


*    No son pocos los que piensan que ALGO HA SUCEDIDO EN LA VIDA INTERIOR Y ESPIRITUAL DE LAS PERSONAS DE ESTA SOCIEDAD. Algo que les impide a muchas construir gozosa y dignamente su vida.

·       Hay quienes sencillamente no aciertan a construirse a sí mismas: quedan mutiladas, sin desarrollar las energías y posibilidades que en ellas se encierran.
·       Algunas construyen solamente su mundo exterior: por dentro están inmensamente vacías; son personas que apenas dan ni reciben nada.
·       Otras construyen su identidad de manera falsa: desarrollan un yo fuerte y poderoso, pero inauténtico; ellas mismas saben que su vida es apariencia y ficción.
·       Hay también quienes construyen su persona de manera parcial e incompleta: atentas sólo a un aspecto de su vida, descuidan dimensiones importantes de la existencia; pueden ser buenos profesionales, personas cultas y dinámicas que, sin embargo, fracasan como seres humanos ante sí y ante quienes los quieren.


*    Son MUCHOS Y MUY COMPLEJOS LOS FACTORES de todo orden que han provocado este clima inhóspito y difícil para el CRECIMIENTO DEL SER HUMANO. Sin duda la destrucción, el olvido, la trivialización o la “muerte de Dios” en nuestra vida tienen más influencia de lo que imaginamos.

No parece por ello NINGUNA NECEDAD ESCUCHAR EL MENSAJE de este Evangelio que presenta a JESÚS COMO PIEDRA ANGULAR para toda persona que quiera construirse de manera digna. Pero los que anhelan y buscan, ¿ya encontrarán entre los creyentes a ese Dios capaz de hacer a las personas más responsables, libres y humanas?

La preocupación que las personas solemos manifestar por el mundo y la sociedad es a menudo engañosa. No todo el que dice: “¡Cómo está el mundo!” se preocupa por él con la misma sana, desprendida y responsable intención. No es lo mismo, naturalmente, que nos preocupe el estado de las cosas porque actúan en contra de nuestros intereses particulares, a que nos preocupen porque ponen en cuestión nuestra dignidad como individuos y la del género humano con quien conjuntamente nos hacemos personas.


*    Por eso, cada día se impone con mayor fuerza la necesidad de que todos ADOPTEMOS los principios de UNA MORAL PLANETARIA, para que entre todos detengamos la posibilidad creciente de una muerte violenta y generalizada a causa de intereses egoístas exacerbados y de la extinción del medio en el que nos desenvolvemos... Quienes se esfuerzan por abrir los ojos a los incrédulos de este asunto piden -nos piden a todos- TOMAR CONCIENCIA DE LA NECESIDAD DE UN CAMBIO DE CONDUCTA, porque lo que hay al alcance de nuestra mano -en la naturaleza y en la sociedad- no son simples utensilios de usar y tirar.

¡El cuidado de la viña y de los hijos del dueño es un problema de todos!



COMPROMISO DE VIDA

De nuevo el mensaje directo del Evangelio NOS HACE ENFRENTARNOS CON LA VIDA, una vida asumida como seguimiento de Jesús, haciendo nuestra su propuesta. Y es que… ¡el cuidado de la VIÑA es algo que me afecta desde dentro!

-        Miraré mi vida, de hoy y aquí, y trataré de ver -serenamente- cuáles son los FRUTOS que está produciendo. ¿Sería capaz de enumerarlos y realizar una lista de los mismos? Intentaré no tener miedo a “mi” verdad.

-        También miraré a mi Comunidad y a nuestra Iglesia, hoy y aquí:

+ ¿qué FRUTOS están produciendo? ¿Serán conformes a la propuesta del Evangelio?

+ ¿qué “frutos” creo que les falta producir para ser signos de ese Reino que anuncian y proclaman?

-        Utilizaré, cada día de esta semana, la oraciónque se me ofrece, como una forma de adecuar mi vida  a las propuestas del Maestro.



ORACIÓN para esta SEMANA

SU MIRADA EN NOSOTROS

El Señor ha puesto su mirada sobre nosotros;
ha puesto su confianza y su esperanza;
el Señor Dios ha hablado y cuenta con nosotros.

Jesús cuenta con nosotros
para devolver la luz donde hay oscuridad;
cuenta con nosotros
para construir entre todos la civilización del amor
allí donde hay egoísmo, tristeza y angustia.

Jesús cuenta con nosotros
para luchar por la paz,
en medio de un mundo donde muchas veces
la solución se encuentra recurriendo al uso de la fuerza.

Jesús cuenta con nosotros
para que su palabra y liberación llegue al último rincón de la tierra;
cuenta con nosotros
para sembrar la semilla de su Evangelio;
semilla que produce frutos de fraternidad, liberación y amor.

Jesús ha puesto su mirada en nosotros
y nos dice que seamos sal de la tierra.
Sal para dar sentido a la vida;
para hacer ver que merece la pena ser  vivida
desde el proyecto del Evangelio.
Ser sal
porque al igual que sin ella la comida no es agradable,
sin Jesús, sin su presencia viva entre nosotros,
nuestra vida se vuelve insípida.

Nosotros queremos ser sal de la tierra y luz del mundo
porque la Buena Noticia no ha perdido su vigencia;
porque nunca como hoy su papel es importante,
porque siempre tendrá algo que decir.
Nosotros queremos ser sal que dé sentido y felicidad al mundo.

Cuenta con nosotros, Señor,
queremos ser luz que ilumine
y muestre el verdadero rostro de Dios-Padre, el Dios-Amor.
Cuenta con nosotros, Señor Jesús.


Monición Bidean DOMINGO 27 - TIEMPO ORDINARIO 5 de octubre 2014


“Dará la viña a otros labradores” (Mt 21, 41)

DOMINGO 27 - TIEMPO ORDINARIO

5 de octubre 2014

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos, hermanos, a la fiesta que el mismo Señor Jesús nos invita y convoca, para vivir como verdaderos hijos de Dios, dando frutos de verdad y de justicia.

En el Evangelio de hoy escucharemos la invitación del Padre para que demos los frutos propios del seguidor de Jesús, el Hijo amado. Somos la “VIÑA” del Señor, y Él ha hecho por cada uno de nosotros todo lo que es posible hacer: nos da la vida, nos cuida sin medida, nos sostiene con su mano, y nos capacita para que sepamos salir adelante.

Por nuestra parte, tenemos que hacer que otras personas crean en la entrega, en la solidaridad, en la acogida y en la fraternidad, viviendo al estilo de Jesús, porque hoy es posible vivir así. Sin olvidar que la tarea la recibimos del mismo Jesús, y que sólo somos administradores. Él es nuestro Camino, y Él nos sostiene en cada momento.

Que esta celebración nos una en la fe y en el servicio a la Comunidad.


MONICIONES A LAS LECTURAS


1ª Lectura: Isaías 5, 1-7
En el siglo VIII antes de Cristo, Isaías, profeta y personaje de la corte de rey de Israel en Jerusalén, reacciona contra la inmoralidad reinante y por el desprecio de la Ley. Con un lenguaje claro y evocador, el profeta relata la historia de una viña cuidada con gran solicitud, de la que el viñador espera que a su tiempo dé los frutos esperados. Dios ha plantado su viña, que es Israel, y, esperando de ella justicia y derecho, solamente ha producido injusticias y lamentos. Acogemos esta reflexión.

2ª Lectura: Filipenses 4, 6-9
El apóstol Pablo hace una serie de recomendaciones a los cristianos de Filipos. Describe cómo debe ser la comunidad que quiere ser fiel al Señor. La comunidad debe estar abierta al futuro, viviendo en paz y en la acción de gracias, y buscando siempre lo que es noble y acorde al proyecto de vida del que participa, desde su fe en el don de la salvación, aportada por Cristo, el Señor. Acogemos su testimonio.

Evangelio: Mateo 21, 33-43
En el relato evangélico, Jesús nos propone una parábola dramática y que resume la historia de su pueblo. Su misma muerte (que la siente ya cercana) es el punto central de la historia en el que se encuentran los antiguos y nuevos viñadores. Las palabras de Jesús son duras. Se plantará una nueva viña que producirá frutos, y los frutos son las obras de justicia y de santidad. Escuchemos atentamente este relato, que es también para nosotros.



ORACIÓN DE FIELES


Hermanos: desde la confianza en Dios, nuestro Padre, presentémosle nuestras plegarias y necesidades, a la vez que disponemos nuestros corazones para aceptar la gracia de la conversión.

1.- Para que la Iglesia, fiel a la misión que ha recibido de Jesús y con la fuerza de su Espíritu, ayude a las personas a vivir en paz y con dignidad, y cuide de cada una de ellas ayudándoles en todas sus necesidades. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Para que todos los cristianos, como buenos administradores de lo que de Dios hemos recibido, demos testimonio de una vida entregada y seamos solidarios con los que menos tienen. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Para que todas las personas que se dedican al servicio de los demás, lo hagan con generosidad y disponibilidad, buscando el bien de todos. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Por los que están siendo en estos momentos perseguidos a causa de la fe y la defensa de los derechos humanos, para que su testimonio y sacrificio no sean baldíos, sino que hagan florecer esta tierra estéril. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Para que nuestra Comunidad sea lugar de encuentro y acogida, y se esfuerce en mantener la esperanza de todas las personas que dudan o se encuentran desorientadas en su vida. ROGUEMOS AL SEÑOR.



PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS


Nota: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

Por favor: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.


èPRESENTACIÓN DE UNA CEPA

(Fuera de las comarcas agrarias donde se cultivan las vides, será difícil encontrar este símbolo. Se puede, sin embargo, sustituir por cualquier tronco o por una planta. Lo puede presentar cualquier adulto de la comunidad, y dice:)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Señor, yo te traigo hoy, en nombre de toda la comunidad, este tronco; es el símbolo de tu Iglesia, la nueva viña, que Tú has plantado, cuidado con esmero, vallado para no ser pisoteada y enriquecida con la casa del vigilante y el lagar. Somos conscientes del amor con que la has regalado. Pero somos también conscientes de la responsabilidad de nuestra respuesta. Por eso, te pedimos tu gracia, para que no seamos como tu viejo pueblo, infieles a tus palabras y deseos. Haz crecer a la Iglesia en frutos abundantes de justicia y amor, los que Tú quieres que produzca.


è PRESENTACIÓN DE UNA PIEDRA

(Puede hacer esta ofrenda cualquier adulto de la comunidad)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Mira, Señor, yo te traigo esta piedra, símbolo de la piedra angular, que es tu Hijo Jesucristo para tu Iglesia. Sin él la construcción entera se vendría abajo. No permitas que tu Iglesia se olvide de ello. Haznos tener siempre presente que él es la clave de la existencia de la Iglesia. No tenemos otro Señor, a pesar de que, con frecuencia, busquemos sustitutivos a nuestra medida. Que todo lo nuestro sea en obediencia y para la alabanza de tu Hijo Jesucristo, la piedra clave de la bóveda de tu Iglesia.


èPRESENTACIÓN DE UN INSTRUMENTO DE LABRANZA

(Tampoco es fácil, sobre todo en las ciudades, encontrar un tipo de instrumento de este estilo, tan específico del mundo rural. Por eso, podría ser sustituido por cualquier instrumento de jardinería)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Aquí tienes este instrumento relacionado con el cuidado de las plantas o del campo. Es símbolo del trabajo de los viñadores, a los que Tú has confiado el cultivo de tu viña. Señor, nosotros somos esos labradores, que hemos de cuidar, y con esmero, tu Iglesia. Somos conscientes de nuestro trabajo en favor de ella. A veces, preferimos nuestra comodidad, y nos olvidamos de nuestras responsabilidades. Haznos despertar. Que no echemos nuestro hombro para atrás cuando se trata del trabajo a favor de la comunidad. Que no abandonemos nunca el trabajo en tu Iglesia y en favor de ella, y que tomemos conciencia, además, de que cuanto hacemos por tu Iglesia es a favor del mundo y de todos los hombres.


èPRESENTACIÓN DE UN RACIMO DE UVAS

(Realiza esta ofrenda otro adulto de la comunidad)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Señor, yo te traigo hoy este racimo de uvas, símbolo de nuestros frutos que, ojalá, sean abundantes y tan saludables como Tú deseas de tu Iglesia, de nuestra Comunidad y de cada uno de nosotros. Haznos tomar conciencia de que los frutos que te gustan son nuestras obras de amor y de justicia en favor de los hombres. Que no nos entretengamos distraídos en producir tan sólo frutos de devoción, que, además, complican nuestros corazones, haciéndonos caer en la tentación farisaica de que nos salvamos por el esfuerzo nuestro del cumplimiento externo de la ley. Que todas nuestras actividades y proyectos vayan encaminadas a luchar y defender la justicia, los derechos humanos y el desarrollo integral de las personas. Danos, Señor, suficiente sensibilidad para hacernos presentes allá donde se suscita un problema y una necesidad humana.


èPRESENTACIÓN DE UNA VELA ENCENDIDA SOBRE UN CANDELERO

(Puede hacer esta ofrenda otro miembro cualquiera de la comunidad, aunque de distinto sexo que quien haya hecho la anterior. Dice después:)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Señor, con esta vela encendida sobre el candelero, que yo te ofrezco hoy, en nombre de todos, queremos simbolizar nuestro comportamiento coherente en todos los niveles de nuestra existencia, tanto en nuestra vida religiosa como profana. Así nos comprometemos a ser luz en medio del mundo.


èPRESENTACIÓN DEL GRUPO DE CARITAS

(NOTA: Cada domingo de estos dos próximos meses, sería bueno ir presentando UN GRUPO de Pastoral de la Parroquia, de forma que todos conozcan su proyecto).

(Hoy iniciamos con el grupo de CARITAS o de Acción Social que haya en la Comunidad. Seríamuy interesante que se pudiera presentar el proyecto impreso en una HOJA, para repartirla al final de la celebración a cada uno de los asistentes. Ahora, se puede presentar en una cartulina grande, y que luego será colocado en un lugar significativo del templo parroquial. Una persona, en nombre de todo el grupo, lo presenta:)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN:Nuestro grupo, Señor, en nombre de toda la Comunidad, trabaja por dar respuesta a las situaciones más complicadas que se dan entre nosotros. Por eso, hemos hecho el esfuerzo de escribir el PROYECTO de CÁRITAS, que luego repartiremos a cuantos lo deseen, de manera que lo conozcan, y entre todos podamos ser más cercanos y más efectivos ante los problemas. Acoge esta nuestra ofrenda y ayúdanos a cada uno de los miembros de la comunidad a ser cada día más sensibles a los más necesitados.



ACCIÓN DE GRACIAS – PREFACIO


(Ya todos de pie se disponen a participar en la oración de Acción de Gracias, que pronuncia el Sacerdote, diciendo: «Te damos gracias, Señor, porque nos has dado la vida en tu Iglesia»).

Si miramos para atrás en la historia,
la larga historia de la salvación,
la encontramos resumida en la parábola
de los vendimiadores homicidas.
Por el amor que nos has demostrado en la historia,
Señor de todas las edades de los hombres,
te damos gracias.
Por las advertencias y llamadas
que nos haces a la conversión y a la fidelidad,
te bendecimos, te alabamos y te lo agradecemos.
R/. Te damos gracias, Señor,
porque nos has dado la vida en tu Iglesia.

En los amaneceres de los tiempos,
Dios bondadoso y bueno,
plantaste la viña al modelar a Adán,
como si fuera la niña de tus propios ojos,
y al elegir a los patriarcas
y, en ellos, a Abrahán, el padre de todo creyente,
que se fió de tu palabra,
le prometiste una descendencia,
como las estrellas del cielo o las arenas del mar.
R/. Te damos gracias, Señor,
porque nos has dado la vida en tu Iglesia.

Confiaste la viña a unos labradores,
mediante el don de la ley mosaica.
Moisés y Josué, jueces y reyes
fueron tus administradores.
Edificaste en ella una torre,
la más bella de las construcciones que existen,
porque iba a ser tu morada
y albergar, en el templo, tu gloria santa.
Les enviaste profetas, antes y después del destierro,
para reclamarles los frutos
y recordarles que debían obrar en justicia y verdad.
R/. Te damos gracias, Señor,
porque nos has dado la vida en tu Iglesia.

A pesar de los pesares,
tu viña, en vez de frutos a tiempo,
te dio continuamente agrazones.
Y Tú, harto de su infidelidad,
enviaste a tu Hijo a los labradores,
esperando, esta vez, el cambio de su actitud.
Los malvados obreros mataron a tu Hijo,
rompiéndote en mil pedazos tu corazón de Padre,
y lo arrojaron fuera de la viña y la ciudad,
como si fuera poco más que un desecho.
R/. Te damos gracias, Señor,
porque nos has dado la vida en tu Iglesia.

Levantaste entonces la mano de la justicia
y elegiste un nuevo pueblo,
confiando tu viña a otros viñadores
que den los frutos a su tiempo.
Construiste una nueva torre,
la atalaya de la elección,
que se eleva por todas partes en su esplendor,
y es la Iglesia de Jesucristo,
que brilla en todo lugar,
como madre fecunda que nos ha engendrado
a cuantos hoy te damos gracias y te alabamos.
R/. Te damos gracias, Señor,
porque nos has dado la vida en tu Iglesia.

No dejes, Señor, de darnos tu palabra y tu gracia,
para que no seamos infieles viñadores,
cuidemos con dedicación y esmero a tu viña
y demos, a su debido tiempo, frutos en sazón.
Que obremos siempre en justicia,
defendamos el derecho de los pobres,
protejamos a los últimos y marginados,
seamos siempre sensibles a las necesidades de los otros.
No nos prives de tu gracia, Señor,
porque, con nuestras escasas fuerzas,
somos incapaces de responder a tus exigencias.
Espabila la sensibilidad de tu Iglesia
para que, lejos de encerrarse sobre ella,
escuche los lamentos y las esperanzas de los hombres.
R/. Te damos gracias, Señor,
porque nos has dado la vida en tu Iglesia.



DESPEDIDA


Hermanos: estamos terminando la celebración, y en el evangelio de hoy, Jesús nos ha invitado a dar frutos, allí donde nos encontremos: en la familia, entre los amigos, en el trabajo, en nuestro tiempo de ocio... Nosotros queremos que Él nos bendiga y haga fructificar lo mejor que su amor ha sembrado en nuestra tierra personal, ese amor que nos tiene que llevar a los hermanos, especialmente a los más débiles y necesitados. ¡Feliz semana de testimonio cristiano y de seguimiento de Jesús!





REFLEXIÓN PARA ESTE DÍA


“Yo os he elegido, para que vayáis y deis fruto,
y vuestro fruto dure”.

Los seguidores de Jesús nos volvemos a reunir, porque nos importa lo que Él nos propone, la causa que Él lleva adelante. De ahí que su Palabra es Buena Noticia para la Comunidad Cristiana, para todos nosotros.

La necesidad de dar BUENOS FRUTOS es, una y otra vez, la llamada que el Señor dirige a todos los suyos, porque, aunque lo intentamos de verdad, nunca acabamos de conseguirlo, y somos como la vid, que en lugar de dar uvas, damos agrazones; o que en lugar de ayudar y cargar las cruces de los demás, ponemos otras sobre sus hombros; o que en lugar de defender la justicia y lo que es noble, nos conformamos con pasar inadvertidos. El mundo, la Iglesia, las parroquias… lo que necesitan no son “los cumplidores”, sino los testigos; no los “muy católicos”, sino los que son un poco más practicantes.

La diversas Comunidades cristianas han iniciado o están iniciándose en las actividades del Curso Pastoral 2011-2012 y reciben del Señor el encargo de trabajar en su viña, para dar fruto abundante. Eso sí: sabiendo que el mismo Jesús camina con nosotros. Es necesario comenzar esta etapa con ilusión, gozo y generosidad. Que la celebración de este domingo, centre nuestra vida y compromiso evangelizador.

¡Dichosos quienes SIENTEN la LLAMADA a trabajar en la VIÑA,
porque serán GENEROSAMENTE RECOMPENSADOS!