Carrie (2013)

 Carrie - (2013)  


Pues vamos por lo obvio si ya viste la peli de 1976 y te gusto, pues esta te puede gustar aunque ya te la sepas de memoria. La critica le hizo pedazos y uno siendo fan de Chloë Grace Moretz no puede ser imparcial acá, si te late la morrita y sus mil muecas y su mala actuación la vas a ver aunque te digan que es una mierda. Pero vamos, siendo honestos la original tampoco es una joya, no nos engañemos.


Los posters son muy malos, la historia TODOS nos la sabemos, las actuaciones no son de lo mejor, es muy light, dicen por ahi que le quitaron unas escenas, los efectos chafean y cae en lo predecible así como en lo falso desde los tres minutos, peeeeeeeeeero entretiene, es palomera, sirve para cumplir con -ver una de terror-, facilona, sin pretenciones, ideal para entrarle al genero, no te espantas una mierda, pero puedes decir que al menos viste una de espantos en el año.


En lo personal me gusta la chaparrita, la veria incluso si saliera haciendo la bio de la hija del presidente y a eso sumale que siempre senti algo por , que me encanta ver teens en pelis de miedo apretaditas con sus shorts y sus movimientos de sexo sugerido y que tengo una debilidad por las pelirojas, además de que sale , pues yo soy completamente su mercado, acá no puedo engañarlos, soy de esos que dicen si con una sonrisa.

Creo que lo que le pesa más a esta peli es que al menos en este año El Conjuro y el regreso de Evil Dead pesan demasiado en este genero y te quedas con ganas de mucho más, esta directora quedo a deber, aunque se le agradece el intento, hay mil cosas mejores y aún así todos la queriamos ver, de nuevo gracias por participar.


En una linea: Veanla los fans de la trompudita.



Yobailopogo! 
-Go to your closet and pray-

Sentado

La paciencia me guardará un buen asiento, aguardará mi puntualidad su hora de entrada y puede que llegue tarde. Dejaré pasar unas micros, soplaré el humo inquieto, yo quieto y tranquilo desahogaré mi violencia en un hilo de cáncer. Todo por no ir de pie, mi paciencia me guardará un asiento.

Y pues disfrutaré de un repetitivo viaje de vuelta o ida, más no se si al irme a casa estoy yendo o viniendo, tendré tiempo de pensarlo sentado. Salgo de la ciudad y sus alergias y entro en la casa de unos todos a los que no entiendo frecuentemente, ni me entienden, no comprenden mi paciencia y mi ahogada violencia, me tacharon de loco, se ríen de mi, y pues yo de ellos por reírse de mi.

Escapo de la ciudad yendo a casa y escapo de casa volviendo a la ciudad, respirando sus alergias y tragando bidones de rayos UV y reflejos agudos de la tortura solar. La diaria tortura.

Voy a casa, a sentir lo doméstico como algo ajeno, inservible, contradictorio, aquejante, ilusorio, inútil sobre todo inútil; sorprendiéndome de lo estúpidas que pueden llegar a ser las discusiones diarias sobre escoba y plato, miga y cloro, cama y orden. En eso se nos va la vida, entre humo, smog y polen, y estrés, sueño e higiene.
Que la paciencia me guarde un buen nicho, que aguarde mi explosión su interrupción, que despierte aburrida y cansada mi idea de la inflexión y durmiendo se quede mi instinto, que se dope diariamente con porro la inquietud, que la espera me guarde algo de paciencia.