Navantia y Barreras precontratan con Pemex dos unidades de buque hotel


Los astilleros colaboran en el desarrollo técnico de ambos proyectos, pendientes de firma

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Hijos de J. Barreras construyó hace un año el buque hotel «Edda Fides», de características similares a las construcciones que pide Pemex.
Hijos de J. Barreras construyó hace un año el buque hotel «Edda Fides», de características similares a las construcciones que pide Pemex.
El cuestionado acuerdo entre la Xunta de Galicia y Pemex (Petróleos Mexicanos) comienza a dar señales de vida en los dos mayores constructores navales gallegos, la compañía estatal Navantia y el astillero privado Hijos de J. Barreras. Ambas factorías han firmado ya un acuerdo de intenciones con la cuarta petrolera mundial para la fabricación de dos buques hotel que prestarían servicio a su flota. Aunque el hermetismo entre las empresas es total con respecto a estos encargos, la construcción de cada uno de los navíos podría reportar en torno a dos años de carga de trabajo para unos 800 operarios. El coste de la operación se cifra en torno a entre 200 y 240 millones de euros.
Aunque por el momento Pemex aún no ha firmado los contratos con Hijos de J. Barreras y Navantia, en el sector se da por seguro que la rúbrica se dará de forma inminente, en cuestión de días e incluso se apunta al próximo jueves como la fecha más probable. Tras la presentación de las ofertas, el pasado agosto, los ingenieros de ambas factorías trabajan ya en el desarrollo de los proyectos técnicos de los buques.
Balón de oxígeno
Aunque la obtención de contratos es una necesidad imperiosa para todo el naval gallego, en Navantia, que acaba de cumplir cinco años sin lograr un nuevo encargo para la fabricación de un buque, la obra sería un balón de oxígeno para sacarla de la fase crítica en la que se encuentra.

 El naval ferrolano ha destruido en poco más de un año 1.700 puestos de trabajo y tiene otros tantos en la picota. De hecho, los representantes de sus operarios y de las firmas auxiliares mantienen un encierro indefinido en el Concello de Ferrol en demanda de trabajo y del desbloqueo del proyecto de un dique flotante imprescindible para mantener en el mercado a medio plazo su división de reparaciones.
Por su parte, Hijos de J. Barreras afronta un momento clave para su supervivencia, después de que el próximo día 27 supere oficialmente el concurso de acreedores que ha mantenido completamente paralizado al constructor vigués y a sus 130 trabajadores en nómina desde hace un año, además de una red de auxiliares dependientes que emplean entre 2.000 y 3.000 personas.
Ese mismo día, el astillero llevará a la junta de accionistas una ampliación de capital, por valor de 10 millones de euros, que podría dar entrada a nuevos socios.
Pero lo que verdaderamente permitirá reflotar el astillero es la llegada de carga de trabajo en las gradas, de ahí la importancia del precontrato con Pemex.

Desfachatez


foto de Carlos Agulló Leal
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Aunque parezca que han pasado siglos, hace apenas nueve meses que tomó posesión el nuevo Gobierno. Sin embargo, para algunos ministros de Rodríguez Zapatero -y también para quienes los jaleaban cuando ya nos deslizábamos, sin freno, por el terraplén- eso no tiene la menor importancia. La proximidad de las elecciones autonómicas amenaza con elevar a la enésima potencia la desfachatez de quienes ahora exigen soluciones a lo que pudieron haber dejado resuelto.
El exministro Caamaño, ahora cabeza de lista del PSdeG por A Coruña, visita a los trabajadores del naval para decirles que cuentan con todo su apoyo para sacar al sector del punto muerto, que comparte con ellos la preocupación, que respalda hasta la última coma sus reivindicaciones y que sabe que todo el problema tiene nombres propios: Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijoo. El exministro de Justicia acierta. A ellos corresponde ahora cumplir los compromisos que han adquirido para arreglar lo que Caamaño y Zapatero dejaron sin hacer. Como antes Aznar y Piqué. Y aún antes, Felipe González y Solchaga.
Qué no, hombre, qué no. Que de la misma manera que ya pocos creen en promesas mexicanas mientras no se empiecen a colocar quillas, a nadie van a embaucar con piruetas en el aire. El dique flotante para Navantia es tan necesario ahora como hace cinco años (no seis, como se empecinan en decir los del PP), cuando Zapatero firmó los últimos contratos para el naval ferrolano. Por cierto, que lo que se demanda es dique -para seguir siendo líderes en reparaciones- y contratos para grandes buques. Y no una cosa o la otra, como trata de acuñar Feijoo.

Hemeroteca del dique flotante: abril de 2011, ¿Quien gobernaba?

http://www.flickr.com/photos/jabkdos/4465043561/in/set-72157603536978955/

Navantia no puede acceder ahora a la reparación de grandes gaseros

El tamaño de sus diques le impiden trabajar en los nuevos metaneros
Beatriz Couce
Ferrol
7/4/2011
Navantia Fene-Ferrol cerró el 2010 por segundo año consecutivo como líder mundial en la reparación de barcos gaseros, con obras en casi una treintena de buques de este tipo. Es el fruto del esfuerzo realizado desde hace más de una década por consolidarse en este exigente mercado que solo atienden una decena de factorías a nivel internacional. Sin embargo, pese a su buen posicionamiento, la limitación de sus instalaciones pueden hacer variar su posicionamiento en este sector. De hecho, la división de la ría, que cuenta con muelles y diques tanto en Fene como en Ferrol, ya se ha quedado excluida del mercado de los grandes gaseros, cuyas dimensiones son mayores que el dique más grande de la antigua Bazán.
En estos momentos, la flota mundial de los metaneros está compuesta, según las publicaciones sectoriales, por alrededor de 350 barcos, al menos 40 de los cuales tienen más de 200.000 metros cúbicos de capacidad de almacenamiento y transporte de gas, lo que supone casi el 12% del total. Estos últimos están ya fuera del alcance de la unidad de negocio ferrolana, por cuanto tienen más de 49 metros de manga (ancho), la cifra límite que, según explicaron fuentes sindicales, pueden tener los navíos que quieran acceder al mayor dique de Navantia.
Estas mismas fuentes precisaron que nada impedirá a la división captar contratos para los grandes gaseros que no necesiten realizar trabajos en el dique, aunque admitieron que la mayoría de las obras de metaneros que entran a la ría efectúan obras en este tipo de instalaciones.
Hay que reseñar también que la mayoría de los nuevos gaseros que se están fabricando en el mundo tienen ya grandes dimensiones, por lo que, a medio plazo, irá creciendo la cuota de mercado a la que no podrá acceder Navantia, que en los últimos años ha tenido que rechazar pedidos de este tipo de navíos por sus limitaciones.
Compra de un nuevo dique
La compra de un nuevo dique flotante de grandes dimensiones para poder acceder a nuevos mercados es una demanda que plantearon políticos de distinto signo ?en concreto los anteriores conselleiros de Industria del PP y del BNG, Juan Rodríguez Yuste y Fernando Blanco, respectivamente? así como las distintas organizaciones sindicales con presencia en los astilleros públicos. No obstante, hasta el momento, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha negado la ejecución de esa mejora. En los momentos de vacas gordas en los astilleros públicos, el presidente de la corporación, Enrique Martínez Robles, llegó a asegurar en el Congreso que descartaba esa medida «porque Navantia considera que cubrir este dique no le proporciona una mayor capacidad». Posteriormente, cuando se impusieron restricciones económicas, otros responsables gubernamentales apelaron a la necesidad de priorizar las inversiones.

Plan cuantificado
La Xunta había cifrado en 90 millones el coste de mejorar las instalaciones de Reparaciones en la ría y en la compra de un nuevo dique flotante. Uno de dimensiones 54 por 370 metros ronda actualmente ese importe.
El último plan de inversiones aprobado por Navantia para la división ferrolana no contempla ese gasto. La unidad de negocio reparó el pasado año 68 barcos mercantes, y casi la mitad fueron gaseros.

Hemeroteca del dique flotante: El principio año, 2010

 

Resulta curioso ver como en el año 2010,el gobierno socialista,era reticente a realizar cualquier inversión en el sector de reparaciones, lean, lean...  año 2010...

 

 

Un futuro estable para la reparación naval en la ría de Ferrol

Isidro Silveira Cameselle
14/11/2010
Ha llegado el momento de dar un impulso definitivo al empleo en la comarca de Ferrolterra, con la esperanza de que de una vez por todas se haga realidad, y que nuestros agentes sindicales, sociales y políticos despierten de un largo letargo inmovilista que no ayuda a resolver el preocupante futuro industrial en el que estamos inmersos desde hace varios años.

Ferrolterra siempre tuvo y sigue teniendo total dependencia del naval. Las sucesivas reconversiones y las medidas de reindustrialización no han supuesto una mejora significativa ni para los astilleros ni para las empresas complementarias. El panorama de la construcción naval civil no puede ser más desolador, sin embargo, el sector de reparaciones, con un tratamiento de negocio totalmente diferente al de nuevas construcciones, siempre considerado de rango inferior, a pesar de la crisis y de las limitaciones de contratación establecidas en el marco de los últimos acuerdos alcanzados, ha sido capaz de generar una carga de trabajo importante, siempre en condiciones de competitividad y rentabilidad.

Recientemente el presidente de SEPI afirmaba que no era conveniente realizar inversiones en el área de reparaciones de Ferrol por falta de rentabilidad. Los informes o estudios en los que supuestamente se haya basado para realizar esta afirmación no responden a la realidad, solamente justificable por compromisos europeos o por razones estratégicas del sector público, que se desconocen.

Resulta evidente el futuro poco esperanzador de que Navantia Fene retome el mercado civil, que siempre sería bienvenido. Creo que la solución lógica y viable sería la creación de un gran centro de reparaciones en la ría de Ferrol, que actuaría como elemento dinamizador y motriz de toda la comarca, sería capaz de ofrecer a los clientes unas instalaciones modernas con precios competitivos y plazos de entrega mínimos, apoyada en la capacidad de la industria auxiliar. Como consecuencia se produciría una mayor contratación que permitiría alcanzar una media de empleo estable de al menos unos 1.300 trabajadores.
Para que este objetivo sea una realidad sería necesario realizar una serie de inversiones que acortasen los plazos de entrega, basándose en un aprovechamiento máximo de las instalaciones de Fene, sin impedir que pueda seguir fabricando proyectos off-shore y retomar el sector civil, si así se autorizase. Entre otras, se necesitaría cubrir el actual dique nº 5, situado en Fene, y las áreas de trabajo adyacentes, dotándolas de los medios de elevación adecuados, que lo hagan versátil y operativo, con lo que se solventarían los efectos climatológicos tan frecuentes en nuestra ría. Además, habría que estudiar la posibilidad de dotar a una de las actuales gradas de carros varadero de gran potencia que permitan subir buques de mayor tonelaje a grada, para su reparación, que daría una gran versatilidad y capacidad de trabajo. El nuevo centro tendría que mantener los actuales diques de Navantia Ferrol y sería una rentable inversión la adquisición de un dique flotante capaz de carenar buques de tamaño superior a los que actualmente se reparan en el actual dique nº 5.

Finalmente ningún proyecto se puede hacer realidad sin la implicación de todos los agentes, sociales, especialmente de CC.?OO. y UGT que debieran ser los primeros interesados en resolver de una vez por todas la problemática del sector naval en la ría de Ferrol, tan injustamente sacrificado, y que sin su abanderamiento no sería posible la consecución de este objetivo.