LA VIRGEN DEL MAYOR Y TRASPASO, EN BESAMANOS DURANTE SU TRIDUO


Coincidiendo con el triduo que comenzó ayer y la función solemne del próximo domingo, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso se encuentra expuesta en besamanos en el presbiterio de la Basílica del Gran Poder, a los pies del Señor.
Para ello, la dolorosa está elevada sobre una peana de madera dorada y policromada, y vestida con el manto y la saya de color azul bordados en oro por Fernández y Enríquez con los que procesiona cada cierto tiempo en la Madrugá. Luce además su corona de salida, una cruz pectoral, un puñal y un broche con un corazón atravesado por una espada en alusión a su advocación.
La Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, que lleva un tocado de encaje, da a besar a los devotos su mano derecha, mientras que en la izquierda no lleva nada; ni rosario ni pañuelo.
El altar de este besamanos cuenta con un montaje muy sencillo, con diversas jarras con flores blancas dispuestas junto a la Virgen y en el retablo. También vemos varios candeleros y blandones con cera blanca, dos candelabros plateados y cuatro de los ángeles mancebos que figuran en el paso del Señor del Gran Poder.
El lugar donde recibe culto habitualmente la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso se encuentra ocupado durante estos días por el simpecado de la hermandad.