EL CRISTO DE LAS TRES CAÍDAS DE TRIANA, EXPUESTO EN BESAMANOS EN SU CAPILLA
Tras los cultos en su honor que tuvieron lugar en la Parroquia de Santa Ana, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas estuvo expuesto en besamanos de nuevo en la Capilla de los Marineros entre el Miércoles de Ceniza y ayer, primer viernes de Cuaresma.
En esta ocasión, el Cristo de las Tres Caídas vestía la túnica de terciopelo burdeos bordada en oro por José Ramón Paleteiro en 1993 y lucía las potencias de salida, realizadas en oro por Villarreal en 1987. Sobre su hombro izquierdo cargaba la antigua cruz de salida, de 1922, restaurada hace algunos años.
Se encontraba situado en las mismas escaleras del presbiterio, cubiertas con una alfombra, sobre la peana habitual de besamanos, y ésta a su vez sobre una peana de color rojo con decoración dorada y el escudo de la hermandad en el frontal.
Flanqueaban al Cristo cuatro candeleros del paso de palio de la Virgen de la Esperanza con cera blanca (dos a cada lado) y dos jarras con rosas y claveles rojos, estátice y otras especies. Estas mismas flores se podían ver sobre otras jarras en distintos puntos del altar; un altar iluminado con un buen número de candeleros también con cera blanca y los cuatro faroles de las esquinas del paso del Cachorro.
Y en el camarín, la Virgen de la Esperanza estaba ya vestida de hebrea entre jarras con flores blancas, mientras que en el lado izquierdo de todo el montaje del besamanos se encontraba el estandarte corporativo.