TRASLADO DE LA VIRGEN DEL BUEN FIN HASTA EL PRESBITERIO PARA SUS CULTOS


En la noche de este viernes tuvo lugar en la Iglesia de San Martín el traslado de María Santísima del Buen Fin desde la capilla en la que recibe culto hasta el presbiterio del templo, para ser subida al altar desde el que presidirá la semana que viene el triduo en su honor.
Fue un acto sencillo, pero de una gran solemnidad, con la dolorosa que tallara Juan de Astorga en 1810 llevada por sus camareras y por las nazarenas del último tramo de la cofradía sobre unas andas cedidas para la ocasión por la Hermandad del Calvario.
La Virgen del Buen Fin vestía manto rojo liso con toca de sobremanto, saya verde con bordados en oro, fajín hebraico y una corona de plata. En el pecherín tenía un puñal y sujetaba un pañuelo en la mano derecha, donde tenía también un rosario y una medalla, mientras que en la izquierda llevaba otros dos rosarios.
Las andas, que tenían una media luna a los pies de la Virgen, estaban iluminadas por cuatro cirios blancos y adornadas con claveles blancos y paniculata.






Pasadas las ocho y media de la tarde comenzó el traslado, que contó con la participación de la periodista Elena Carazo, hermana de la Lanzada, encargada de leer las distintas meditaciones a lo largo del breve recorrido por el templo.
El cortejo se inició con la cruz parroquial, cuatro ciriales y los acólitos encargados de portar el incienso. También formaron parte varias parejas de hermanos con hachetas.
Tras abandonar su capilla, la Virgen del Buen Fin fue conducida hacia el pasillo central entre los bancos del templo, haciendo un alto en la capilla sacramental para quedar frente al Cristo de la Lanzada, la Virgen de Guía y San Juan Evangelista.











A continuación, la Virgen del Buen Fin volvió al centro de la iglesia y continuó su camino hasta el presbiterio, quedando finalmente detenida, momento en que se produjo la meditación final, el rezo del Ave María y el Gloria, y el canto de la Salve, con la que concluyó este traslado al altar de San Martín.









Durante los próximos días se montará al completo el altar del triduo a María Santísima del Buen Fin, que tendrá lugar entre el 16 y el 18 de febrero, a las ocho y cuarto de la tarde, mientras que la función solemne será el domingo 19, a las doce del mediodía.