Lecturas Misa, Viernes 26 de Septiembre de 2014 by Administrador

Viernes 26 de Septiembre de 2014
Misa a elección:
Feria. Verde
Santos Cosme y Damián, mártires. Memoria libre. Rojo
Tanto como de otros mártires de los primeros siglos, poco sabemos de la vida de Cosme y Damián. Se supone que padecieron el martirio bajo el imperio de Diocleciano, a comienzos del siglo IV. Como la tradición afirma que estos hermanos eran médicos, fueron nombrados patronos de los médicos y farmacéuticos.

Antífona de entrada

Yo soy el salvador de mi pueblo, dice el Señor. Lo escucharé cuando me invoque en su angustia y seré su Señor para siempre.

Oración colecta

Dios nuestro, que estableciste el fundamento de la ley divina en el amor a ti y al prójimo, concédenos que, cumpliendo lo que mandas, merezcamos alcanzar la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


O bien:         de los santos Cosme y Damián

Te alabamos, Padre, en la conmemoración de tus santos Cosme y Damián, porque a ellos les diste la gloria eterna, y a nosotros nos proteges con admirable providencia. Por nuestro Señor Jesucristo...

Lectura        Ecl 3, 1-11

Lectura del libro del Eclesiastés.
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para sanar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz. ¿Qué provecho obtiene el trabajador con su esfuerzo? Yo vi la tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella. Él hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios desde el principio hasta el fin.
Palabra de Dios.

Comentario

Tenemos que tener la suficiente sabiduría como para darnos cuenta de que no podemos abarcar el misterio de Dios, sus obras, sus intenciones, su plan. Dios es misterio, y ante él nos rendimos y lo adoramos. La sabiduría nos enseña a “recibir de Dios” más que “subir hacia él”.

 

Salmo 143, 1a. 2-4

R. ¡Bendito sea el Señor, mi Roca!

Bendito sea el Señor, mi Roca,
él es mi bienhechor y mi fortaleza,
mi baluarte y mi libertador;
él es el escudo con que me resguardo. R.
Señor, ¿qué es el hombre para que tú lo cuides,
y el ser humano, para que pienses en él?
El hombre es semejante a un soplo,
y sus días son como una sombra fugaz. R.

Aleluya        Mc 10, 45

Aleluya. El Hijo del hombre vino para servir y dar su vida en rescate por una multitud. Aleluya.

Evangelio     Lc 9, 18-22

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un día en qué Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy yo?”. Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado”. “Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?”. Pedro, tomando la palabra, respondió: “Tú eres el Mesías de Dios”. Y él les ordenó terminantemente que no lo anunciaran a nadie, diciéndoles: “El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.
Palabra del Señor.

Comentario

No es fácil definir a Jesús, porque no lo conocemos bien. Y está bien que así sea. Jesús no es un profeta resucitado, ni Elías, ni nadie conocido. Sabemos quién “no es”, pero para saber “quién es” debemos vivir en comunión con él, y dejar que toda nuestra vida, durante todo el tiempo de nuestra existencia, sea iluminada por él. Y así, recién cuando lo contemplemos, podremos comenzar a conocerlo verdaderamente.

Oración sobre las ofrendas

Acepta con bondad, Señor, las ofrendas de tu pueblo, y, por medio de este sacramento celestial, haz que se haga vida en nosotros cuanto proclamamos por la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión        Sal 118, 4-5

Tú promulgaste tus mandamientos para que se cumplieran íntegramente. Ojalá yo me mantenga firme en la observancia de tus preceptos.

O bien:          cf. Jn 10, 14

Dice el Señor: “Yo soy el buen Pastor, conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”.

Oración después de la comunión

Te pedimos, Padre, que acompañes siempre con tu auxilio a los que alimentas con tus sacramentos, para que en estos misterios recibamos los frutos de la redención y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.