En febrero de 1926, se publicó la encíclica Rerum Ecclesiae, en la que el papa Pío XI reafirmó la importancia y urgencia de los objetivos misioneros programados al principio de su pontificado y manifestó su resolución de acortar las etapas para su realización. "La Iglesia -afirma en esta encíclica- no tiene otra razón de ser sino la de hacer partícipes a todos los hombres de la redención salvadora, dilatando por todo el mundo el reino de Cristo".
En ese contexto, un breve rescripto de la Sagrada Congregación de Ritos, firmada por el Prefecto Cardenal Vicco, con fecha 14 de abril de 1926, fue el acta fundacional del Domingo Mundial de las Misiones.
El acrónimo Domund fue creado por Ángel Sagarminaga, primer director nacional de las Obras Misionales Pontificias de España en 1943.