Muriendo lento lo antiguo derrama sus silencios, respirando por vez última se hace débil y añejo.
Estrujamos los recuerdos intentando hacer sueños, ahogándonos en intentos, cansados no de viejos, en errores reviviendo.
Cómo se salva a aquél barco en el desierto, si el mar yace lejos, si sus maderas se pudren, si la soledad es su destierro.
Cómo se callan los gritos del comienzo, si a la meta ya llegamos, sin glorias ni festejos.