El teléfono no paraba de sonar. Abrió los ojos con dificultad, contestó. Una voz femenina empezó a hablar muy rápidamente tanto, que casi no podía seguirle el ritmo. Escucho "accidente", "hospital" y fue todo lo que necesito saber.
Corriendo, tomo su bolso y se subió al primer taxi que vio en la calle. Llego al hospital con el corazón en vilo, estaba la mama del amor de su vida esperandola en la puerta.
Le explico entre sollozos que se había caído de la escalera, que estaba mal, que corría peligro. Ya no podía controlar ser fuerte, se derrumbo delante de esos ojos tristes.
En cuanto la dejaron ir a verlo, no dudo ni un segundo. Con seguridad abrió al puerta. Ahí estaba, tendido sobre una cama, rodeado de blanco, paredes, sabanas, estantes, mesita de luz...
Lleno de moretones y a pesar de que su estado era deplorable, cuando la vio le sonrió, y acto seguido se le ilumino la carita. Susurro algo inaudible, la muchacha corrió a abrazarlo.

¿Cuanto mas vas a dejar que golpee a tu corazon? Que le clave sin cesar puñales, uno tras otro, sin que te de tiempo siquiera a respirar.

¿Por que te haces esto? Abri tus ojos! Date cuenta. Esto no va para ningun lado.

Para de sufrir, pensa en el futuro. Esta historia no da para mas. Nunca te quiso. Y nunca te querra. Sos una victima, pero tambien un victimario. No importa, siempre se pude volver a empezar, solo hay que mirar para otro lado. Tratar de cerrar los ojos, para volver abrirlos y ver la vida en colores. Para poder respirar nuevamente sin sentir esa presion en el pecho. ¡Para poder creer qe se puede! Que uno puede ser participe de una historia, de un hermoso capitulo en la vida de alguien. Solo hay que darle la oportunidad.