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Ingrid le dio la llave. Las manos de la muchacha comenzaron a temblar, una lagrima rodo por su mejilla. Simuló acomodarse los anteojos para poder secarla.

Habia cumplido su sueño, ese tan anhelado. Ahora cobraba realidad. Ese año habia sido tan fructifero.. un ultimo final en enero, comenzar a trabajar a tiempo completo.. ese credito. Y el sueño de la casa propia. Departamentito mejor dicho, pensaba.

Un monoambiente, con una hermosa vista, perfectamente iluminado por el dia soleado que se colaba detras de las sucias ventanas.

Solo habria que pintarlo un poco, colgar portaretratos aqui y alla. Llenar el placard con su ropa. Y llenar asi, su corazon. Mientras, miraba la hora ansiosa esperando a que llegue su marido con las cajas. Un par de muebles. Y finalmente, podria tachar de su lista "tener mi casa".




No se a que va todo esto, es algo que simplemente sueño dia y noche. Esa hermosa independencia.