BESAPIÉ AL CRISTO DE LA MISERICORDIA, EN UNA CAPILLA CASI EN PENUMBRA


La Hermandad del Baratillo celebró ayer, domingo, el besapié al Santísimo Cristo de la Misericordia, que estuvo expuesto en el presbiterio de la pequeña Capilla de la Piedad elevado sobre una estructura cubierta con una tela de terciopelo negro y entre cuatro candeleros dorados con cera azul, color característico de esta corporación del Miércoles Santo, y dos jarras del paso de palio de la Virgen de la Caridad con claveles rojos.
Junto a los dos candeleros de la parte de atrás había sendos faroles dorados de gran altura, mientras que el fondo del besapié lo componía el altar del quinario que comienza mañana en honor al Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Piedad, aunque durante el besapié estaba, lógicamente, la dolorosa en solitario.
En dicho altar se desplegaban un gran número de candeleros del paso de palio con cera azul, más jarras y jarritas con claveles rojos, flores que también estaban en un centro a los pies de la Piedad y ante el sagrario, y dos pequeños faroles plateados en los extremos.
Completaba el montaje de este besapié al Cristo de la Misericordia, que contaba como iluminación solamente con la candelería, además de los focos que apuntaban a los titulares de la hermandad, la presencia del estandarte corporativo a la izquierda de todo el conjunto.



























La imagen de María Santísima de la Caridad en Su Soledad se encuentra, por su parte, vestida ya de hebrea con motivo de la Cuaresma, que comenzará dentro de sólo dos días.



EL CRISTO DEL CALVARIO, EN BESAPIÉ


El Santísimo Cristo del Calvario se encuentra este domingo expuesto en besapié bajo el coro de la Parroquia de la Magdalena, como culminación a los cultos que tuvieron lugar la semana pasada, con el quinario y la función principal.
Para ello, el crucificado de Francisco de Ocampo está colocado en posición vertical, entre dos de los hachones de su paso y las dos jarras de los costeros, que tienen claveles de color rojo. Tanto los hachones como las jarras están situadas sobre una estructura cubierta con una tela de color rojo con forma de U que abraza desde detrás al Cristo, que luce sus potencias de salida.
A los pies de la cruz vemos lirios morados, mientras que delante de todo el conjunto hay un centro de rosas rojas de gran tamaño, y detrás, a cada lado del sencillo dosel compuesto por una de las caídas laterales del paso de palio de la Virgen de la Presentación y una tela de damasco rojo que cubre la puerta del templo que da a la calle Cristo del Calvario, hay unos ramos de claveles rojos sobre pies de base cuadrada.
La iluminación del altar se completa con ocho grandes blandones dorados con cera color tiniebla colocados a modo de pasillo, cuatro y cuatro, a ambos lados del crucificado, y catorce candeleros dorados con cera blanca al fondo, siete alrededor de cada ramo de los claveles ubicados junto al dosel.