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LOS TITULARES DE LA EXALTACIÓN YA ESTÁN EN LA IGLESIA DE LOS TERCEROS


Un año más, y ya van trece, la Hermandad de la Exaltación tendrá que salir de la Iglesia de los Terceros, sede de la Hermandad de la Cena, por el cierre de Santa Catalina, cuyas obras, postergadas durante años, no avanzan y no permiten por ello hablar de cuándo será posible su reapertura. El caso de Santa Catalina es, sin duda, el más claro ejemplo del abandono del patrimonio sevillano que tantas veces se ha denunciado, sin que la denuncia haya servido para cambiar mentalidades.
Por ello, de nuevo vemos en los Terceros cómo se montan dos pasos de palio en paralelo, tal cual vemos en la fotografía: el de la Virgen del Subterráneo y el de la Virgen de las Lágrimas, a la espera de que en estos días lleguen también al templo, que para más inri tiene gran parte de su superficie inutilizable, los tres pasos que faltan: los misterios de la Cena y la Exaltación, y el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia.



De momento, los titulares de la Hermandad de la Exaltación ya están en los Terceros. Llegaron el viernes desde la que es su sede provisional desde 2014, la Parroquia de San Román, y se encuentran, junto a los titulares de la Cena, en la capilla sacramental del templo de la calle Sol.



BESAPIÉ EN LA PARROQUIA DE SAN SEBASTIÁN AL SEÑOR DE LA VICTORIA


La Hermandad de la Paz celebró ayer el besapié a Nuestro Padre Jesús de la Victoria, que estaba situado sobre una alta peana ante el dosel de cultos de la hermandad y un gran cortinaje de damasco rojo que tapaba el retablo mayor del templo, así como a la Virgen del Prado y a San Sebastián, titulares ambos de la hermandad que, sin embargo, permanecían completamente escondidos.
El Señor de la Victoria vestía túnica burdeos bordada en oro y un mantolín de terciopelo azul colgando del hombro izquierdo. Lucía las potencias de salida y contaba a sus pies con un friso de flores silvestres y hojarasca.
Flanqueaban al Señor cuatro grandes blandones dorados, dos a cada lado, con cera blanca, y en el centro de cada pareja había una jarra del paso de palio de la Virgen de la Paz sobre columnas doradas de fuste salomónico con una variedad floral de tonos rojos y morados que también veíamos detrás, ante el dosel y sobre pequeñas mesas de madera dorada, en jarritas también del palio.
Estas mesas tenían pequeños doseles que cobijaban unos faroles plateados y varios enseres litúrgicos.























Por su parte, la Virgen de la Paz estaba presidiendo en solitario el retablo de la hermandad en la capilla sacramental, donde no estaba la imagen de San Juan Evangelista, escondido también como la Virgen del Prado y San Sebastián.



SAN BERNARDO CELEBRA EL BESAPIÉ AL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD


Después del vía crucis por las calles de la feligresía en la tarde de ayer, sábado, hoy la Hermandad de San Bernardo celebra el besapié al Santísimo Cristo de la Salud, que se encuentra para ello en el presbiterio alto de la parroquia del antiguo arrabal desde el que San Fernando planificó la reconquista de Sevilla.
El Cristo de la Salud, que luce las potencias de salida, está tumbado sobre una estructura cubierta con terciopelo negro, entre cuatro jarras del paso de palio de la Virgen del Refugio con una variedad floral de tonos rojos y morados, principalmente rosas y lirios. Las dos situadas a la altura de los brazos están elevadas sobre sendas columnas de madera dorada de capitel corintio y fuste estriado, mientras que las ubicadas en la base de la cruz están sobre pies dorados de base cuadrada. Además, delante de la cruz hay un gran centro de rosas rojas.
Un enorme cortinaje de terciopelo burdeos oculta el retablo mayor de la Parroquia de San Bernardo, y ante él vemos el dosel de cultos que cobija el paño mortuorio de la hermandad, bordado en oro y sedas de colores sobre terciopelo negro en el siglo XVIII.
A cada lado del dosel hay un candelabro plateado entre dos blandones dorados. Y otros cuatro blandones de mayor tamaño se sitúan en las esquinas del espacio que ocupa el crucificado. Completan el montaje de este besapié dos jarras más del paso de palio delante del conjunto, en los extremos, y otros dos centros florales a la altura del arco toral del templo.
































Por su parte, la Virgen del Refugio ocupa el altar del Cristo de la Salud vestida de hebrea, entre dos parejas de candeleros plateados con cera blanca.