LA ENCARNACIÓN ANUNCIA EN BESAMANOS QUE FALTAN NUEVE MESES PARA NAVIDAD


Con motivo de la festividad de la Encarnación de María, que se celebró ayer, justo nueve meses antes del día de Navidad, la Hermandad de la Cena expone este domingo en besamanos a la Virgen de gloria con dicha advocación que tiene como titular. Por ello, la imagen está ante el dosel de cultos de la hermandad, situado a su vez delante del cortinaje de damasco morado que separa la zona transitable de la Iglesia de los Terceros del crucero, que hasta que no se realicen las obras de mantenimiento necesarias no puede utilizarse para el culto.
La Virgen de la Encarnación, elevada sobre una peana de madera policromada y dorada, viste la saya de tisú bordada en oro que suele lucir en su salida procesional de cada primer domingo de octubre, así como un manto blanco de damasco. Además, tiene la corona y la ráfaga de plata de salida, varios broches, entre ellos el del emblema de la antigua esclavitud de la que fue titular, unos llamativos pendientes y un rosario en la mano derecha, mientras que es la izquierda la que da a besar. A los pies tiene una media luna que también lleva en su salida procesional y dos pequeñas jarras doradas con flores de talco.
Flanquean a la Virgen dos jarras pertenecientes al paso de palio de la Virgen del Subterráneo con claveles blancos. Las mismas flores están en otras cuatro jarras situadas sobre pies de damasco morado (dos delante y dos detrás) y en un centro delante del entarimado en el que se sitúa la imagen.
Junto al dosel vemos dos antiguos faroles de la hermandad con dos guardabrisas delante de cada uno de ellos, y a cada lado de las jarras ubicadas detrás hay dos altos blandones dorados con velas blancas de gas. Finalmente, el estandarte corporativo de la Hermandad de la Cena se sitúa en el lado derecho de todo el conjunto.