Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 28 de Septiembre al 4 de Octubre de 2014 – Ciclo A

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Domingo 28 de septiembre de 2014
26º domingo de tiempo ordinario
Wenceslao de Bohemia, mártir (935)
Lorenzo Ruiz y compañeros mártires (1637)

Ez 18,25-28: Cuando el malvado se convierte de su maldad, salva su vida
Salmo responsorial 24: Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna
Flp 2,1-11: Tengan entre ustedes los sentimientos propios de Cristo Jesús
Mt 21,28-32: Recapacitó y fue



La conversión de aquellos que el sistema religioso considera pecadores debería ser una señal profética con el poder de arrastrar a todos hacia el camino del bien. Sin embargo, esto no es lo que ocurre. Cada sistema religioso organiza sus valores en escalas jerárquicas en las que cuenta más la posición que la propia conciencia. El profeta Ezequiely el evangelio se refieren a esta terrible realidad: los que se consideran a sí mismos salvados son incapaces de cambiar su manera de pensar para abrirse a la acción de Dios. Los más ilustres representantes de la religión (sacerdotes judíos, fariseos, escribas, etc.) incurren en el pecado de la falsa conciencia religiosa, es decir en la pretensión injustificada de considerarse salvados por sus propios méritos y no por la gracia de Dios. Pablo nos presenta una aguda reflexión sobre este problema y nos llama la atención sobre aquellos elementos de discernimiento que nos permiten evaluar nuestras prácticas cotidianas a la diáfana luz del amor misericordioso y del servicio solidario.


El profeta Ezequiel llama la atención a su pueblo, envuelto en intrigas, enajenado por las permanentes conspiraciones contra el imperio babilonio. La situación era extremadamente precaria luego de la primera deportación en el año 597 a.e.c. Los líderes del pueblo habían sido obligados a marchar a tierras extranjeras y vivían en condiciones extremadamente precarias. La situación en Jerusalén era extremadamente volátil. La falta de discernimiento, la manipulación de los sentimientos patrióticos y el oportunismo de los nuevos lideres los dejaban a la merced de una nueva y devastadora intervención de Babilonia como efectivamente ocurrió en el año 587 a.e.c. En medio de tanta tensión, caos y confusión el profeta hace un llamado a la cordura y al buen juicio. La falsa consciencia religiosa estaba inflando los planes de las autoridades del Templo y de los altos funcionarios de la corte. Se consideraban a sí mismos propietarios de la salvación y personas más allá del ‘bien y del mal’. Ezequiel los llama a la humildad y la honestidad, al servicio al pueblo y a la justicia, pues, en nombre del bien de la patria no cesaban de cometer crímenes e injusticias que contradecían el fundamento jurídico y ético de la alianza de Yahvé con su pueblo. Considerarse a si mismo justo, mientras se comenten las peores atrocidades no es sino un engaño inútil. El bien consiste en el respeto del derecho y en la práctica de la justicia.
La parábola que hoy nos propone Jesús, denuncia igualmente la falsa conciencia religiosa. La viña es la realidad del mundo, en la que el trabajo siempre es arduo y urgente. A esa viña el Padre envía a sus dos hijos. La respuesta de los dos es ambigua. Sin embargo, sólo el compromiso del que inicialmente se había negado al trabajo nos permite descubrir quién actúo coherentemente. De este modo Jesús denuncia a aquellos dirigentes y a todo el pueblo que públicamente se compromete a servir al Señor, pero que es incapaz de obrar de acuerdo con sus palabras. Actitud que contrasta con aquellos que aunque parecen negarse al servicio, terminan dando lo mejor de sí en la transformación de la viña.
Esta parábola plantea un dilema que pone al descubierto la praxis de sus oyentes y que, leída a la luz de los acontecimientos de la época de Jesús nos muestra cómo los que eran considerados pecadores por el aparato religioso eran, en realidad, los únicos atentos a la voz del profeta. La conversión no es un asunto de solemnes proclamas o de prolongados ejercicios piadosos, sino un llamado impostergable a la justicia y al discernimiento. Las palabras de Jesús herían la sensibilidad religiosa de sus contemporáneos que se consideraban auténticos seguidores de Yavé e inigualables hombres de fe, porque colocaba delante de ellos el testimonio de aquellas personas que eran consideradas una lacra social: las prostitutas y los publicanos.
Prostitutas y publicanos no sólo eran profesiones terriblemente despreciadas, sino que quienes las ejercían eran considerados personas asquerosas e inadmisibles entre la gente de bien. Jesús ridiculiza todas esas valoraciones lanzadas desde los pedestales del sistema religioso y muestra, con los hechos, que ni siquiera la presencia de un profeta tan grande como Juan Bautista es capaz de transformar las conciencias anquilosadas y estériles de aquellos que se consideran salvados únicamente por el alto cargo que ejercen en el aparato religioso.
Pablo nos muestra la misma realidad, desde el interior de la comunidad cristiana. Los creyentes, por sus mismas buenas intenciones, están más expuestos a crearse una falsa conciencia religiosa que los lleve a considerarse superiores a los demás o definitivamente salvados. El único criterio para determinar la autenticidad de las prácticas cristianas es lo que el llama ‘entrañas de misericordia’, o sea, el amor incondicional por aquellas personas excluidas y víctimas de la opresión y la miseria. Para Pablo, los cristianos no se pueden examinar únicamente a la luz de criterios piadosos, sino a la luz de la práctica de Jesús que actuó siempre en el mundo con entrañas de misericordia.
Más allá de una interpretación limitada al contexto judío del momento de Jesús, esta palabra suya puede y debe elevarse a categoría universal y a principio teórico: el de la primacía del hacer sobre el decir, de la praxis sobre la teoría. Un hermano dijo que sí, muy dispuesto, pero sus hechos desmintieron sus palabras: su palabra verdadera, su palabra práctica, fue un no. El otro hermano pareció estar desde el princpio fuera del camino de la salvación, por sus palabras negativas e inaceptables; pero a pesar de sus palabras, él de hecho fue a la viña, «hizo» la voluntad del Padre. Decir/hacer, teoría/praxis: el Evangelio está claramente decantado a un lado, sin vacilaciones, en estas disyuntivas.

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 96 de la serie «Un tal Jesús», de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado «Las prostitutas van delante». El guión y su comentario pueden ser tomados de aquí: http://untaljesus.net/texesp.php?id=1300096 Puede ser escuchado aquí: http://untaljesus.net/audios/cap96b.mp3
La serie «Otro Dios es posible», de los mismos autores, tiene un capítulo (5 minutos de entrevista a Jesús en su segunda venida a la Tierra) titulada «¿Las prostitutas primero?», que se puede tomar de: http://emisoraslatinas.net/entrevista.php?id=150052 

Para la revisión de vida

         Los “dos hermanos” de la parábola de Jesús, tan contrapuestos, en realidad, se dan en cada una de nuestras vidas. A veces decimos que sí, pero es que no; y otras veces decimos no, pero resulta que sí… Sólo Jesús fue «sólo sí sin sombra de no», «en él todo fue sí»…
         ¿Cómo va esa contradicción en mi vida? ¿Cómo la manejo? ¿Qué partes de mi vida traicionan mi generosidad y mi buena intención? ¿Cómo puedo hacer para dar más coherencia a mi vida?

Para la reunión de grupo

-              El tema de «la parábola de los dos hermanos» es el clásico y tan recurrente tema evangélico de «la praxis como criterio de discernimiento». Las palabras valen... si van acompañadas de praxis. Nuestra calidad evangélica se mide en la acción, no en las palabras. Es decir: aunque las dos dimensiones son importantes, el hacer y el decir, el hacer tiene primacía axiológica sobre el decir. Comentar.
-              El himno que Pablo toma de la comunidad cristiana y transcribe en su carta nos sirve de testimonio «arqueológico» de la reflexión cristológica de las primeras comunidades. Podría decirse, en algún sentido, que Jesús fue «un hecho bruto», y que después vino el tiempo de las interpretaciones. Ya en el mismo Nuevo Testamento hay cristologías diferentes. Nosotros, que hemos llegado «al final de la película», nos hemos quedado con la foto fija final, con el resultado final, y pensamos que la cristología es una sola –la de la foto final que nos pasaron– y que la cristología ha sido siempre y no podría ser sino la misma siempre, la «única»... Cristología única que, además, solemos atribuir ingenuamente a Jesús, como si él mismo la hubiera dictado... La cristología es hoy día el tratado teológico más en cuestión. El grupo puede pedir a un especialista que les presente sintéticamente la problemática actual de la cristología. La revista RELaT (http://servicioskoinonia.org/relat) tiene bastantes artículos accesibles, sobre el tema. Los grupos más preparados pueden tomar de la RELaT el texto de John Hick, o –en Brasil- su libro “La metáfora del Dios encarnado”, colección «Tiempo Axial», Editorial Abya Yala, Quito 2004 (www.latinoamericana.org/tiempoaxial); edición brasileña: "A metáfora do Deus encarnado",  Vozes, Petrópolis 2001.
-              Una palabra clásica de José Martí dice: «Hay momentos, en los que la única manera de decir es hacer». Buscar/recordar algunos otros dichos o refranes sobre el decir y el hacer, como «Del dicho al hecho va mucho trecho». Comentarlos.

Para la oración de los fieles

-              Por la Iglesia, para que sea maestra de actitudes abiertas y comprensivas y se comprometa seriamente por hacer un mundo mejor. Oremos.
-              Por todos los gobernantes, para que busquen decidida y solidariamente el respeto de los derechos humanos y favorezcan la solidaridad entre los pueblos. Oremos.
-              Por todos los pueblos del mundo, para que encuentro el camino del entendimiento desde la justicia social y la solidaridad fraterna. Oremos.
-              Por los pobres, los oprimidos y los marginados, para que nuestra solidaridad con sus problemas les haga recuperar la esperanza. Oremos.
-              Por nuestros familiares, amigos y bienhechores, por las personas a las que queremos y las que nos quieren, por cuantos se han encomendado a nuestras oraciones. Oremos.
-              Por nuestra comunidad, para que sea consecuente con el “sí” que hemos dado a Jesús y su Evangelio, y no se quede sólo en buenas palabras. Oremos.

Oración comunitaria

         Oh Dios que en todas las grandes religiones nos muestras la necesidad de coherencia entre la palabra y la acción; danos el coraje necesario para que purifiquemos nuestro corazón y fortalezcamos nuestra voluntad, de manera que entre uno y otra haya en nuestras vidas una total afinidad, tal como nosotros lo experimentamos en Jesús, nuestro hermano mayor, que vive y ama contigo por los siglos. Amén.

         Señor, que quieres darte a conocer como el Padre misericordioso que nos perdona y nos da siempre una nueva oportunidad; derrama incesantemente tu amor sobre nosotros para que, renovados por tu amor, vivamos siendo siempre coherentes con el “sí” que te hemos dado. Por Jesucristo.



Lunes 29 de septiembre de 2014
Miguel, Gabriel y Rafael, arcángeles

Ap 12,7-12ª: Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón
Salmo responsorial 137: Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor
Jn 1,47-51: Maestro, tú eres el Hijo de Dios



Hemos de centrar nuestra atención en la confesión de fe que Natanael hace de Jesús: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, el rey de Israel”. Esta confesión, va a tener un toque final que dará el mismo Jesús, podríamos decir en un tono un tanto misterioso, en cuanto habla de ángeles que suben y bajan para servir al Hijo del Hombre. Lo que el evangelista pretende con este texto del Evangelio y con la lógica que viene presentando en todo el capítulo primero de este Evangelio es declarar a Jesús como el enviado de Dios… como Aquel que viene de parte de Dios y el único que tiene autorización del Padre.
Toda persona creyente, que ha sido invitada, por misericordia, a seguir a Jesús y a proseguir su obra, está llamada a declarar a Jesús como el Señor de su vida con las actitudes y también con la palabra. Muchas veces hemos vivido un cristianismo sin compromiso histórico, sin compromiso existencial. Hoy somos llamados a experimentar a Jesús como el Señor de nuestra historia y a ser testimonio de él en los lugares donde vivimos y donde actuamos. ¡¡Comencemos ya… No hay tiempo que perder!



Martes 30 de septiembre de 2014
Jerónimo, doctor de la Iglesia (420)


Job 3,1-3.11-17.20-23: ¿Por qué dio luz a un desgraciado?
Salmo responsorial 87: Llegue hasta ti mi súplica, Señor
Lc 9,51-56: Tomó la decisión de ir a Jerusalén



Jesús toma una decisión irrevocable que cambiará el curso de su vida: encararse con la institución judía. Él, como los antiguos profetas del pueblo de Israel, se enfrenta a la Institución judía, simbolizada en el relato que hemos leído, con la ciudad de Jerusalén, centro del poder político y religioso. Antes de su entrada a Jerusalén quiere entrar en la región de Samaría. Los Samaritanos rechazan a Jesús. La cerrazón de sus conciencias, producto del fanatismo religioso y de la lógica mezquina de una religión nacionalista, no les permitió ver en la persona de Jesús la novedad que venía de parte de Dios. Jerusalén por su parte, lo asesinará, lo quitará del camino y lo borrará del mapa. Son dos lógicas, absurdas por demás, que no dejan ver con claridad la llegada de la libertad y de la gracia que Jesús quiere acercar a la gente de su tiempo.
Hemos de estar muy atentos a las prácticas religiosas que no estén cimentadas en la libertad y en los proceso de humanización. Hemos de estar vigilantes para no caer en la cerrazón, en el fanatismo, que nos vuelve enemigos de los demás y muchas veces en sostenedor de violencia y de absurdos sociales. 



Miércoles 1 de octubre de 2014
Teresita del Niño Jesús (1897)


Job 9,1-12.14-16: El hombre no es justo frente a Dios
Salmo responsorial 87: Llegue hasta ti mi súplica, Señor
Lc 9,57-62: Te seguiré adonde vayas



Es evidente que los discípulos judíos le llevan la contraria a Jesús y es claro también, que algunos samaritanos quieren seguirle, porque les llama la atención lo novedoso de su propuesta. Entonces Jesús hace una nueva llamada de discípulos, esta vez en territorio samaritano, dejando claro cuáles son las actitudes de un verdadero camino discipular. La centralidad del Reino de Dios en la vida de los discípulos es la norma que Jesús coloca a todos aquellos que quieren aventurarse a vivir con él la experiencia que está anunciando e instaurando. Esta experiencia del Reino se va a concretar en una triple exigencia, un tanto más radicales que las que había hecho hasta entonces. Les exige una ruptura total con todo aquello que los amarra al pasado: la casa, la familia y, sobre todo, el padre como portador de una tradición patriarcal y excluyente. La opción por el Reino de Dios, nos saca de los círculos mezquinos y de los guetos sociales, religiosos y culturales. ¿Estamos dispuestos a colocar la mano en el arado y no volver la vista a atrás? Esta sigue siendo la invitación de Jesús: asumir el Reino en la propia vida, es romper con los esquemas tradicionales de la sociedad.



Jueves 2 de octubre de 2014
Ángeles Custodios


Job 19,21-27: Yo sé que está vivo mi Redentor
Salmo responsorial 26: Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida
Lc 10,1-12: Descansará sobre ellos su paz



Las malas noticias abundaban en el tiempo de Jesús. El imperio, la religión, la familia, todas las instituciones de aquel tiempo, se habían empeñado en ser portadoras de malas noticias para la sociedad. Podríamos decir que el pueblo vivía sin esperanza. Ahora Jesús quiere que la Buena Noticia llegue a muchas más personas, a muchas más regiones de Israel. Por eso la elección y misión de los setenta es en definitiva un ensanchamiento del radio misionero. Pero una de las realidades que van a marcar este envío, es que Jesús los manda de dos en dos, es decir en comunidad. Solo la comunidad puede manifestar con hechos reales, lo que anuncian con la predicación de la palabra. El envío lleva consigo riesgo, dificultad, problemas. Pero las situaciones adversas no pueden detener la empresa de la evangelización. Jesús también insiste en que los enviados no pueden confiar solo en los medios humanos, han de compartir la vida con aquellos que los acogen y tienen que llegar a experimentar que Dios es quien sostiene la misión. La evangelización siempre encuentra grandes resistencias en las personas más observantes y religiosas y mucha apertura y receptividad en los que se reconocen pecadores y necesitados de Dios.



Viernes 3 de octubre de 2014
Francisco de Borja, religioso (1572)


Job 38,1.2-21; 40,3-5: ¿Has mandado a la mañana o has entrado por los hontanares del mar?
Salmo responsorial 138: Guíame, Señor, por el camino eterno
Lc 10,13-16: Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado



La predicación de Jesús es fuerte y sin tapujos. Él tiene la valentía de contrastar tres ciudades de Galilea, nada más y nada menos que con Sodoma (la referencia a esta ciudad lo leíamos ayer en el último versículo del Evangelio) y hoy a Corozaín y Betsaida con Tiro y Sidón. Estas son tres ciudades paganas que para la conciencia religiosa de los judíos eran estructuralmente depravadas, en las que no habría nada para salvar. Estos dos grupos de ciudades: las que pertenecen al entorno judío y las que son del paganismo simbolizan dos realidades contradictorias. La enseñanza de Jesús deja claro que la respuesta de los paganos al plan de salvación es superior a la del pueblo de Israel. La conclusión de esta enseñanza es contundente: No siempre los hombres y mujeres de mayor fidelidad religiosa y de mayor cumplimiento de las normas rituales son la mejor tierra para vivir la experiencia del Reino de Dios. ¿Cómo estamos recepcionando en nuestra vida y en nuestra praxis cristiana la experiencia del Reino de Dios que Jesús inauguró con su vida y ministerio? ¿Tenemos dispuesto el corazón, como tierra abonada, para que el Reino acontezca de una vez y para siempre?



Sábado 4 de octubre de 2014
Francisco de Asís, fundador (1226)


Job 42,1-3.5-6.12-16: Ahora te han visto mis ojos, por eso me retracto
Salmo responsorial 118: Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
Lc 10,17-24: Estén alegres porque sus nombres están inscritos en el cielo



Los Setenta regresan de la misión contentos y felices. Saben que han cumplido la tarea con dedicación, pero sobre todo reconocen que la obra ha sido de Dios. A él le deben el fruto del trabajo misionero. Uno de los frutos visibles es el mismo testimonio que dan los Setenta: “Señor, hasta los demonios se nos someten por tu nombre”. Ellos, en el ejercicio misionero, se dieron cuenta como muchos hombres y mujeres fueron liberados de las falsas ideologías que pesaban sobre sus conciencias y que no les permitía vivir la vida como don y como gratuidad. Los misioneros deben entender que el Reino de Dios tiene otra lógica, que contradice la pirámide de valores de esta historia, de la sociedad y de la misma religión. Mientras no se combata esta pirámide, mientras no se tire al piso y se destruya totalmente la lógica de este mundo, todo lo que se haga será simple remiendo de la estructura. Jesús tiene otra manera de entender el mundo… tiene otra propuesta… otra manera de proceder. El Plan de Dios es para los sencillos, los que tienen una manera de vivir distinta a la del mundo. Este proceder de Dios, también hoy, sigue vigente.





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In italiano: http://www.peacelink.it/users/romero/parola.htm

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