Lecturas Misa, Martes 23 de Septiembre de 2014 by Administrador

Martes 23 de Septiembre de 2014
San Pío de Pietrelcina, presbítero y religioso
Memoria obligatoria. Blanco
Mundial de la sonrisa
Día de las Bibliotecas populares
Heredero espiritual de san Francisco de Asís, el padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya fue conocido en el mundo como el “Fraile” estigmatizado. El padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por la salvación de las almas. Los testimonios sobre su gran santidad de fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales acerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanación en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.

Antífona de entrada          cf. Sal 15, 5-6

El Señor es mi herencia y mi cáliz; tú me entregas mi herencia.


Oración colecta

Dios todopoderoso y eterno, que concediste al presbítero san Pío de Pietrelcina la gracia singular de participar en la cruz de tu Hijo y, por su ministerio, renovaste las maravillas de tu misericordia; concédenos, por su intercesión que lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección, al ser asociados a los sufrimientos de Cristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

Lectura        Prov 21, 1-6. 10-13

Lectura del libro de los Proverbios.
El corazón del rey es una corriente de agua en manos del Señor: Él lo dirige hacia donde quiere. Al hombre le parece que todo su camino es recto, pero el Señor pesa los corazones. Practicar la justicia y el derecho agrada al Señor más que los sacrificios. Los ojos altaneros, el corazón arrogante, la luz de los malvados: todo eso es pecado. Los proyectos del hombre laborioso son pura ganancia, el que se precipita acaba en la indigencia. Tesoros adquiridos con engaños son ilusión fugaz de los que buscan la muerte. El alma del malvado desea el mal, él no se apiada de su prójimo. El simple se hace sabio cuando se castiga al insolente, y asimila la ciencia cuando se instruye al sabio. El justo observa la casa del malvado y precipita en la desgracia a los malos. El que cierra los oídos al clamor del débil llamará y no se le responderá.
Palabra de Dios.

Comentario

Necesitamos pensar y reflexionar cómo vivimos y cómo proyectamos nuestras decisiones. El sabio autor de este libro nos ayuda a vernos, y a meditar no solo sobre nuestra conducta sino sobre lo que hay en nuestro corazón. Eso nos ayudará a no engañarnos a nosotros mismos, y dejar a Dios el verdadero juicio, que siempre será objetivo y salvador.

 

Salmo 118, 1. 27. 30. 34-35. 44

R. ¡Condúceme por la senda de tus mandamientos, Señor!

Felices los que van por un camino intachable,
los que siguen la ley del Señor.
Instrúyeme en el camino de tus leyes,
y yo meditaré tus maravillas. R.
Elegí el camino de la verdad,
puse tus decretos delante de mí.
Instrúyeme, para que observe tu ley
y la cumpla de todo corazón. R.
Condúceme por la senda de tus mandamientos,
porque en ella tengo puesta mi alegría.
Yo cumpliré fielmente tu ley:
lo haré siempre, eternamente. R.

Aleluya        Lc 11, 28

Aleluya. Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la practican. Aleluya.

Evangelio     Lc 8, 19-21

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”. Pero él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
Palabra del Señor.

Comentario

“Esta relación familiar no tiene su razón de ser ni en la raza ni en la sangre (como sucede en Israel), sino en la fe en Dios y la obediencia a su voluntad. Los discípulos de Jesús son todos hijos de Dios, hermanos de Jesús y hermanos entre sí” (Luis H. Rivas, La obra de Lucas. El evangelio, Ed. Ágape).

Oración sobre las ofrendas

Dios misericordioso, que te dignaste hacer de san Pío de Pietrelcina, una nueva creatura según tu imagen, despojándolo de su antigua condición, concédenos que, renovados también nosotros, podamos ofrecer un sacrificio agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión        cf. Mt 19, 27-29

Yo les digo: “Ustedes que lo dejaron todo y me siguieron, recibirán cien veces más, y poseerán la vida eterna”.

Oración después de la comunión

Por la eficacia de este sacramento te pedimos, Padre, que a ejemplo de san Pío de Pietrelcina, nos conduzcas siempre por el camino de tu amor y perfecciones hasta el día de Cristo Jesús la buena obra que has comenzado en nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.