El naval holandés se dispara tras bloquear a los astilleros gallegos



Firmó medio centenar de buques desde que denunció al sector en Bruselas



«El naval holandés se está poniendo las botas a costa de lo astilleros españoles». Esta afirmación de un empresario del sector gallego podría parecer parcial, si no fuera porque la cartera de pedidos de unos y otros así lo demuestra.


Según datos publicados por la propia industria holandesa (Holland Shipbuilding Association), en los últimos seis meses, los grandes constructores navales han firmado cerca de medio centenar de pedidos de distinta tipología de buques, por valor de más de 2.000 millones de euros. En este mismo período, ningún astillero español ha podido contratar barcos, porque carece de incentivos fiscales para poder hacerlo en igualdad de condiciones que Holanda o que el resto de los países de la UE, desde que el 27 de junio del 2011 Bruselas hiciera valer una denuncia del propio sector holandés (liderado por el macroastillero Danem) contra el sistema de bonificaciones aplicado hasta entonces en España (el denominado tax lease).
Desde ese momento, el bloqueo de la contrucción naval en España es absoluto, mientras en Holanda no paran de firmar contratos, especialmente de buques offshore de apoyo a plataformas petrolíferas, un nicho de mercado en el que se han especializado los astilleros privados gallegos como Hijos de J. Barreras o factorías Vulcano, ambas en concurso de acreedores y sin carga de trabajo en las gradas.


Holanda gana 

Y la sangría continúa. Esta misma semana el gigante holandés IHC Merwede se adjudicaba un pedido de 200 millones, tras cerrar el 2011 con 1,1 billones de euros de facturación. Keppel Offshore y Marine Wraps sumaron contratos por otros 150 millones respectivamente. El poderoso Danem acaba de engrosar en su cartera de pedidos otras cuatro unidades offshore por 400 millones más, mientras que su filial Stellendam Maaskant firma la construcción de dos buques sísmicos de apoyo a la investigación para la industria del petróleo.

Junto a Holanda, los astilleros noruegos y franceses firman contratos y mantienen la actividad en las gradas, sacando así evidente rentabilidad a la ausencia obligada de la industria naval española en el mercado desde hace más de seis meses.
En el año 2007 la cartera de pedidos solo de los astilleros gallegos superaba los 4.000 millones de euros, la mitad procedente del sector privado. Más del 50 % de su carga de trabajo estaba contratada con la industria del petróleo noruega. Hoy la carga de trabajo que aún queda en las gradas, contratada antes de la crisis del tax lease, apenas suma 500 millones.

Juan Fernandez pone el cascabel al gato

 Juan Fernández García (Ferrol, 1940) es el único concejal de Independientes por Ferrol. No forma parte del gobierno municipal del PP, pero está tan integrado que es el representante oficial en los consejos de administración de Emafesa y Autoridad Portuaria.

Fernández tiene muy claros cuáles deben ser las tareas del alcalde para los próximos años. «Se tiene que volcar en el saneamiento integral de la ría, tren al puerto exterior y patrimonio de la humanidad, que lo paró el anterior alcalde por cobardía. En Leixa yo no haría nada, ya tenemos Río do Pozo. Pero a Cha de Brión no renuncio como plataforma logística del puerto».

-Y el dique flotante para los astilleros, ¿no? 
 -Sí, sería un proyecto fácil de ejecutar. Ferrol no necesita un dique con el tráfico de gaseros que tiene, pero aunque nosotros no lo utilicemos lo podríamos vender después de construirlo. 

-¿Qué habría que hacer para que los astilleros no acaben cerrando? 
-Privatizar su gestión, como han hecho el resto de astilleros del mundo. Ferrol no quiere eso, quiere una cantera de potenciales prejubilados.
Esta noche, extrañaré dormir con vos. Te reemplazaran el osito que me regalaste envuelto en tu buzo. Aun conservan a duras penas tu aroma.

Hoy no entiendo como pasó todo, pero me cabe igual ♪.

Promesas e orzamentos

 Fernando Branco (BNG)

Diferentes voceiros do Goberno da Xunta e do PP veñen de xustificar o seu voto contrario nos Orzamentos galegos ás emendas do BNG que solicitaban o cofinanciamento do dique frotante de Navantia e o Centro de Reparacións Navais na ría de Ferrol, argüíndo que son actuacións que lle corresponden á Sepi, é dicir, ao Goberno Central.

Resulta preocupante a perda de memoria sobre algunhas cuestións. A primeira é que as dúas emendas correspóndense con promesas feitas polo PP en diferentes campañas electorais, o Centro de Reparacións Navais, que segundo eles ía crear 2.000 postos de traballo directos, era o primeiro compromiso de Feijoo cando anunciou o seu «contrato con Ferrol» no ano 2009.
O dique frotante foi a estrela na última campaña electoral, na que o Conselleiro de Economía e Industria anunciou en repetidas ocasións o seu apoio, e até o Parlamento Galego aprobou varias iniciativas por unanimidade sobre esta tema, sen que daquela se matizase ou cuestionase a súa viabilidade.
Tamén esquece o PP que Navantia é unha empresa pública e, en cumprimento da Lei do Sector Naval de Galiza, impulsada por unha Iniciativa Lexislativa Popular desde esta comarca, a Xunta debe reclamar o seu papel e súa responsabilidade como Administración Pública. Mesmo agora, a situación para o PP é máis favorábel, toda vez que non vale a excusa do Goberno central, que semellaría ser «amigo»... Logo ¿onde están os problemas para desenvolver estas actuacións industriais que son vitais para a comarca?, ¿ou o de antes só eran promesas electorais?
Na situación crítica que vive a comarca, non son de recibo desculpas formais. Desde que goberna Feijoo o paro na comarca incrementouse nun 17%, perto de 3.000 persoas máis. A maiores -aínda que menos coñecido- en só dous anos perdemos uns 1.700 habitantes, cifra superior á de algúns concellos da comarca.

Volvendo ao tema: o PP sigue mantendo que se fose preciso non habería problemas para apoiar o dique frotante (do Centro de Reparacións xa non fala), mais oculta que o orzamento do Igape minórase para o ano 2012 nun 45%, é dicir, terá 118 millóns de euros menos que este ano. Así, ante a grande limitación financeira que vai ter este organismo, era importante que recollese partidas para o dique e para o Centro de Reparacións.

Mesmo o PP podería ter discutido e negociado as cantidades que consignaba o BNG, mais non foi así; e no Parlamento non deu ningunha explicación máis que o voto en contra.
Noutra manobra de despiste, novos anuncios tapan as promesas incumpridas. Agora o conselleiro de Economía e Industria fálanos doutra «versión actualizada» do Plan Ferrol, cando seguimos á espera da proposta industrial que o Goberno Feijoo, logo dun Consello da Xunta realizado en marzo en Ferrol, anunciara para antes do verán. De novo, as promesas suplen aos compromisos.

Construir fragatas para que se pudran en los muelles....


Os idéologos da clase obreira,eses que dín que so se sae da crise con inversión pública,eses que todos coñecedes que van ao frente de toda canta manifestación hai,deberían reflexionar un pouco e deixar de seguir enganando a cidadanía.É moi sinxelo predicar banalidades e facer demagoxia pola defensa do emprego da comarca.Queren seguir mantendo un sistema de xerar riqueza obsoleto.

Subsidiar Navantia con cartos de todos.Xa da igual se o que se quere facer é rentable ou non (chámese dique flotante por exemplo),nunca entenderon diso,nin o entenderán.

Cada fragata F100,que van pudrir por uns cantos anos nos muelles do Arsenal,custa e custou 800 millóns de euros.É dicir DOUS GAIAS.

Eses que tanto se alporizan polos millóns e millóns enterrados en cemento da megalomana obra de Compostela,cando saben do custe das fragatas, aínda que sepan que non valen pra nada,calán...

E logo pretenden ensinarnos a saír da crise,o Abelleira,Freire e Cesareo.

4000 millóns de euros apodrecendo.... que se dí pronto.

"como dicían eles,para que queremos o naval civil se isto é a formula un do naval".
(Sí, a cargo de todos).

La crisis congela de nuevo la actividad de las fragatas F-100


Como ya sucedió en los últimos dos años, el 2012 vendrá marcado por un recorte en los ejercicios y maniobras de las fragatas F-100, con base en Ferrol, el nuevo Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) Cantabria y el resto de unidades locales de la Marina de Guerra. De hecho, se cuenta que con el contexto económico que atraviesa el país, esta restricción será todavía más acentuada.
En la actualidad, hace ya un mes, aproximadamente, que las cuatro fragatas más modernas de la Armada española se encuentran atracadas en su base. Y así continuarán, salvo imprevistos, hasta marzo o, incluso, abril.

Solo se contempla la posibilidad de ejercicios puntuales de una jornada o poco más y dentro del litoral local. Por el momento no están programados adiestramientos internacionales o integraciones en flotas permanentes de la Alianza Atlántica, algo habitual durante los últimos ejercicios.
Por lo que respecta al Cantabria, la situación es exactamente la misma. La última unidad que se ha incorporado al Arsenal -con capacidad para el aprovisionamiento en combate, misiones de ayuda humanitaria y de lucha contra la contaminación- tampoco tiene dentro de sus calendarios más inmediatos algún ejercicio importante.
Crucero de resistencia
Este buque ya se vio especialmente afectado por los recortes económicas durante su primer año de vida, en el que se sometió a diferentes pruebas antes de obtener la calificación operativa definitiva que, ahora, le permite estar disponible para cualquier misión real que se le asigne. De hecho, su crucero de resistencia fue mucho más corto de lo que, hasta el momento, era habitual para este tipo de unidades.
El hecho de que las F-100 y buques como el Cantabria se encuentren tanto tiempo en su base no merma, en todo caso, su capacidad operativa. La Armada programa, dentro de las posibilidades existentes, trabajo para la dotación en tierra.
Mientras la escasez presupuestaria del Estado continúe en esta tónica, la situación continuará igual para las unidades de la Armada.