Ella y El

Él le dijo te amo, y ella respondió gracias, ¿será que el tiempo es lo único que nos ha pasado mal? ¿Será que los años nos han pasado en vano y nos han dejado demasiado cerca? Debido a que él ni existe, no se quién es, de donde es, no se si es. ¿Quien soy yo para saberlo, acaso debo estar al tanto de todo lo que me rodea, sorprendiéndome de cualquier aleteo de cosas? El sólo le dijo "te amo", con ese tonito romanticoide contemporáneo occidental, votando en cada gota de saliva lo mas ridículo de sus sentimientos banales y adolescentes; y ella como respuesta dijo.. "gracias", sonrió y se fue. Como si no fuera suficiente, agarró sus cosas y al darse vuelta le lanzó una broma que el nunca pudo entender. Su mente de insecto procesó todo y concluyó que le había dicho "yo también", para satisfacerse personalmente, como una masturbación mental y emocional fue. Pero ella se largó, con el tiempo volvió para de nuevo decir gracias a cada una de las palabras "bonitas" y shakespereanas que vomitaba este loco enamorado. Es que tal vez ella conoció el amor realmente, lo sufrió, lo encarnó, la ahogó en algún momento y se rompió. Juntó los pedacitos y con un poco de gotita que todo pega plastifico junto con scotch lo que quedaba de amor y luego siguió amando a este destartalado espécimen para de nuevo romper esa momia que había hecho. La envolvió con un poco del mal llamado confort( ¡Como si fuera mierda!) y lo beso de nuevo, amo una vez mas , pero el scotch cedió, la gotita no era tan buena como decía ese indio en ese comercial noventero y el papel confort se cayó a los días de haber llegado ahí.

El le dijo "mi amor haces que mi mundo se vea realmente distinto" ella dijo "no me venga con huevás mijo, yo ya se de estas huevás" ella sabia lo que pasaba, lo que pasaría, con todo el pesimismo del amor roto, no entregó lo mas mínimo para que aquella "linda flor" floreciera, valgame la redundacia ché! Con los pies bien clavados en tierra, intento caminar, sabiéndose ciega, sabiendo que por más que intentara, la vida no era tan facil. Mientras él embobado por un buen polvo, recitaba nuevamente las palabras de la locura. Por que no hay amor sin locura...y es bien sabido que el amor es ciego. Por lo cual si hay un ciego por consiguiente él es amor, y al mismo tiempo es un loco...


Aunque la historia real se remonta a tiempos mitológicos. El Amor caminaba por la bahía de los sentimientos, feliz como siempre, aun no perdía su vista. Cuando se acerca la Locura y le dice "Ché pibe, te apuesto 74 unicornios a que yo ( lease sho) puedo pasar más tiempo sin dormir que vos, qué decís?"
El Amor...inocente, miró asustado, él siempre había sido bueno para trasnochar, sus mejores momentos eran en las noches, de todas maneras no le gustaban las apuestas. La Pereza miraba desde atrás y dijo " bueno si vosotros queréis jugar esa estupidez (lease eza eztupidez) háganlo, pero no metáis mucho boche que me siento cansado". La Envidia miraba de reojo y comentaba junto a Odio que era uno de los juegos más idiotas que había visto en su vida " mejor me voy a tejer" comento y se fue a su cueva sobre sus ocho patas. La Alegría gran amiga de Amor se propuso como arbitro, a lo cual locura accedió sólo si Tristeza la acompañaba en esa labor. Así se movió todo un río de lágrimas hacia el lado de Alegría y esta con sus extravagantes vestidos rociaba serpentinas sobre las rocas grises de Tristeza. Así pasaron días, semanas y al décimo tercer día, ambos contrincantes luchaban contra sus pestañeos tentadores. Locura estaba cada día más desanimada y ya no gritaba como era de costumbre; en la bahía de los sentimientos todos estaban expectantes, era la apuesta más grande en la historia del lugar. 

En la noche de quince-avo día, Locura se quedó dormida. Durmió durante 35 horas, y al despertar vio como todos estaban celebrando. Envidia fue a abrazarla diciendo que Amor había ganado con trampa. Lujuria se contoneaba ante los ojos efusivos de el ganador que estaba sobre los hombros de Alegría, quien sonriente lo paseaba en la arena. Locura no sabía que hacía, pero en un cerrar de ojos saltó sobre Alegría y botó de sus brazos a Amor, este en el suelo forcejeo con delicadeza el ímpetu de Locura, pero era imposible, siempre Locura había sido atlética, si saltaba todo el día y corría hacia todos lados. Locura tomó unas piedras que habían en el camino, y se lanzó contra la cara de Amor, rompiendo sus ojos y haciéndolos sangrar. 
Locura había dejado ciego a amor. 

Se juntaron todos en la bahía buscando castigos para Locura por este horrible crimen. Ira que ejercía la abogacía insinuaba la pena de muerte, mientras la Muerte se paseaba con su túnica sobre el estrado del acusado. La Paz confundida se contoneaba en el último asiento de la sala y la Clemencia como juez buscaba la solución más justa.
Después de largas sesiones Clemencia dio su veredicto. " El día de hoy se ha llegado al acuerdo de que el imputado (póngase de pie por favor) acusado de violencia, y abuso de poder contra Amor, debe por la ETERNIDAD ser los ojos de su atacado, cargar en su espalda a Amor y por los siglos que vengan ser sus pies y su vista..."  Hubo un silencio en la sala, y Clemencia prosiguió " También los otros dos acusados, Alegría y Pena que no impidieron estos hechos y contribuyeron en esta apuesta ilícita deben acompañar a Amor y locura, eso sí; debido a su grado menor de culpabilidad, deben hacerlo en turnos rotativos, para así cerciorarse de que Locura cumpla con su deber, damos por cerrado el caso."

Y así es como el Amor se volvió ciego, como no puede ver ni andar sin Locura y como aveces es muy bien acompañado de alegría y otras solo lo acompaña Pena.



Esto no lo entendía ella, que ya había olvidado todo, el iluso creía que ella lo amaba, pero ella no sentía amor. Eso no podía volver a ocurrirle...

No sé si continuará....