El "oportunista" cree que algún día (el cual por supuesto, nunca llega) pueden llegar a ser novios. Hablan de sus espectativas a futuro, pero junto a el tu futuro es muy incierto..
Juegan con un fuego que a ellos no les quema
y de repente tu entusiasmo tiene precio (8)Junto con ese "Te quiero" llegan mas promesas, de que nunca te haría mal, ni te lastimaria, que si a vos te pasa algo, el se muere.. y demás ( que sos la mas dulce, linda..). E intenta darte celos con sus otras conquistas. Pero antes de que te des cuenta, y cuando no le quisiste dar lo que el quiso, se vuelve histérico, insoportable, dis
tante, frió y cortante.. y vos pensas que sufrió una transformación, pero no, siempre fue así y la careta pesa (8). Y el no la pudo sostener mas.
Busca cualquier excusa para dejarte de hablar y desadmitirte, como si nunca hubiera pasado nada, no aparece mas y vos muy orgullosa no volves a buscarlo, obviamente. Vos te sentís la mas idiota e ingenua del planeta.
Y en este momento esa pena que sentías se convierte en lastima, porque sabes que nunca en la vida va a poder disfrutar de lo hermoso que es el amor.
Y aca es donde aparece en esta historia, mi verdadero principe, ese que no viene a caballo, sino que viene en colectivo. El que no usa ropajes caros, sino que una remera, jean y zapatillas. El que no es ni rubio ni de ojos celestes, sino que morocho y de ojos marrones. Y que cuando me mira, se me termina el mundo. Ese que me hace reír, y me da ganas de salir de casa con 4 grados bajo cero.
El que aguantó, el que me esperó mientras seguia inmersa en el encantamiento del oportunista.
Y el que me dio mi primer "Te quiero" verdadero.
El que me hace mas feliz que cualquier otra cosa, y el que es mi novio.
